El lunes, la Policía Federal de Brasil anunció que había destruido diez campamentos mineros ilegales durante una operación de cuatro días en la cuenca del Amazonas.
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La operación se centró en un «escenario de devastación ambiental» equivalente a 118 campos de fútbol, ubicados en el Parque Nacional Campos Amazónicos y la Tierra Indígena Tenharim Marmelos en el norteño estado de Rondonia.
La Policía informó que fueron destruidas dos excavadoras hidráulicas, 11 motores de drenaje, 4 generadores de energía y 8 vehículos, por un valor total de US$1,6 millones, pero no se reportaron arrestos.
En el operativo participaron veinte efectivos federales, ocho funcionarios del Instituto Chico Mendes para la Preservación de la Biodiversidad y dos aeronaves de este organismo.
En la tierra indígena Tenharim Marmelos, en el sur del estado de Amazonas, en la Amazonía brasileña, viven cerca de 1.200 indígenas que viven en estrecho contacto con la naturaleza. pic.twitter.com/X6lJu4mAGA
— CGTN América (@cgtnamerica)
15 de noviembre de 2021
Durante la presidencia del gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2023), la minería ilegal experimentó una importante expansión en toda la región amazónica, contaminando ríos con mercurio y amenazando los medios de vida de los pueblos indígenas.
Hace dos semanas, el ministro de Justicia, Flavio Dino, declaró que existe un «operativo continuo» contra la minería ilegal desde enero, que resultó en la destrucción de 323 campamentos y el bloqueo de aproximadamente US$400 millones de cuentas vinculadas a esta actividad.
La reserva étnica yanomami ha sido uno de los principales frentes de esta lucha, con 200 campamentos desmantelados y cerca de 20.000 mineros expulsados en los tres primeros meses del año.
#Del Sur Bits de noticias | Brasil: el presidente Lula da Silva promete eliminar la deforestación en la Amazonía para 2030. pic.twitter.com/8eDTUfjquk
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6 de junio de 2023