Naciones Unidas dijo el jueves que ha liberado 100 millones de dólares de su Fondo Central de Respuesta a Emergencias para ayudar a millones de personas que padecen hambre en Sudán del Sur, Somalia, Sudán, Nigeria, Kenia, Etiopía y Yemen.
Millones en estos siete países no pueden alimentarse a sí mismos ni a sus familias debido al conflicto armado, la sequía y la crisis económica que empeora con el COVID-19.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU también dijo que los efectos secundarios de la guerra en Ucrania amenazan con llevar a millones de personas aún más cerca de la hambruna.
El portavoz de OCHA, Jens Laerke, dijo a VOA que Yemen, Sudán del Sur y Somalia ya se encuentran en lo que las Naciones Unidas llaman una emergencia de Fase 5: hambre catastrófica o hambruna.
“Otros países, Nigeria, Sudán y Kenia, por ejemplo, Etiopía también, tenemos millones de personas que están a un paso de esta fase catastrófica”, dijo. “Y tenemos que evitar que terminen en esa fase porque ahí es donde la gente literalmente muere de hambre y enfermedades bajo nuestro control. Si tenemos que evitar eso, debemos actuar ahora”.
Ucrania y Rusia son conocidas como el “granero del mundo”, ya que suministran casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y cebada. El Programa Mundial de Alimentos dijo que la guerra en Ucrania aumentará el hambre en el mundo.
Dijo que el conflicto está alterando los mercados de alimentos y energía y que los precios de los alimentos están más allá del alcance de los consumidores.
Las Naciones Unidas lanzaron llamamientos para cada uno de los siete países hace meses por un total global de $ 43 mil millones. Laerke dijo que solo se ha financiado el 6,5% de esta cantidad. Dijo que la ONU sabe que los 100 millones de dólares que ha puesto a disposición para ayuda de emergencia no resolverán los problemas que enfrentan estos países.
“Pero tapa un agujero. Sí cubre un vacío que es inmediato, que es urgente y que es absolutamente necesario si queremos salvar vidas en estos países”, dijo. “Y esa es la función del Fondo Central de Respuesta a Emergencias. Es una especie de proveedor de último recurso”.
Laerke agregó que las agencias de la ONU esperan que los donantes comprendan la situación que enfrentan estos países y apoyen sus operaciones humanitarias. De lo contrario, dijo, habrá que hacer recortes drásticos en proyectos críticos.