domingo, octubre 20, 2024

Alemania: Los inversores piden una compensación por el fiasco de Wirecard

Ernst and Young, una firma internacional de consultoría y asesoramiento que se conoce con las iniciales EY, se enfrentó el viernes a una demanda de indemnización por daños y perjuicios en relación con la aprobación de las cuentas anuales del proveedor de servicios de pago Wirecard, que colapsó.

La asociación de accionistas alemana DSW, que actúa en interés de los accionistas, informó que la demanda se presentó el viernes ante el tribunal de distrito de Múnich.

Los inversores institucionales y privados reclaman una compensación de más de 700 millones de euros (772 millones de dólares) a Ernst and Young.

Las costas del caso corren a cargo de litigantes británicos, que recibirán una parte de las ganancias si la demanda tiene éxito.

La demanda colectiva de DSW ante el tribunal regional de Baviera tiene como objetivo aclarar las principales cuestiones y sentar las bases para futuras acciones legales.

Entre los encuestados se encuentran antiguos directivos de Wirecard y EY, que aprobó las cuentas de Wirecard durante varios años.

La historia de Wirecard

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Ex ejecutivos de Wirecard en juicio

Wirecard, que cotizaba en el principal índice DAX de Alemania, colapsó en el verano de 2020 después de que no se pudieran rastrear alrededor de 1.900 millones de euros supuestamente mantenidos en cuentas de depósito en garantía del sudeste asiático.

Muchos de los principales ejecutivos de Wirecard han sido juzgados por acusaciones de fraude, incluido su ex director ejecutivo, Markus Braun, quien ha sido juzgado en Munich por fraude durante el año pasado.

La semana pasada, el ex director financiero (CFO) de Wirecard, Burkhard Ley, enfrentó cargos de fraude comercial y de pandillas, manipulación del mercado, tergiversación y abuso de confianza.

Como director financiero, y más tarde como asesor de la junta directiva, Ley, junto con Braun y otros altos directivos, es acusado por los fiscales de manipular las ventas al ayudar a fabricar el supuesto negocio multimillonario con terceros clientes en Asia.

Dijeron que las cifras incorrectas tenían como objetivo hacer subir el precio de las acciones de Wirecard, mientras que los estados financieros anuales manipulados servían para recaudar dinero de los bancos.

En total, los daños ascendieron a varios cientos de millones de euros.

Los abogados de Ley rechazaron las acusaciones por considerarlas infundadas y dijeron que había abandonado la empresa antes de que se desarrollaran los principales acontecimientos del escándalo.

mds/sri (dpa, Reuters)

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