Con el resultado de las elecciones casi asegurado y un alto riesgo de violencia, la participación podría ser baja el domingo.
La violencia estalló en vísperas de las elecciones, con un incendio en un tren de pasajeros, que el gobierno calificó de incendio provocado, que mató al menos a cuatro personas, mientras que varios colegios electorales e instituciones fueron incendiados en todo el país.
Las tropas se han desplegado por todo Bangladesh para mantener la paz, mientras que casi 800.000 policías, paramilitares y auxiliares policiales custodiarán los colegios electorales el domingo.
En sus últimos 15 años en el poder, a Hasina, de 76 años, se le atribuye haber transformado la economía y la industria textil de Bangladesh. Pero los críticos también la han acusado de autoritarismo, violaciones de derechos humanos, represión de la libertad de expresión y represión de la disidencia.
Su principal rival y dos veces primera ministra, la líder del BNP, Khaleda Zia, se encuentra efectivamente bajo arresto domiciliario por cargos de corrupción que, según la oposición, han sido inventados.
El hijo de Khaleda, Tarique Rahman, es el presidente en funciones del partido, pero se encuentra en el exilio y enfrenta cargos que él niega.
La economía también se ha desacelerado marcadamente desde que la guerra entre Rusia y Ucrania hizo subir los precios de las importaciones de combustible y alimentos, lo que obligó a Bangladesh a recurrir al Fondo Monetario Internacional para solicitar un rescate de 4.700 millones de dólares el año pasado.