Por Song Sang-ho
Washington, 18 de abril (Yonhap) — La principal enviada de Estados Unidos ante la ONU ha destacado, este jueves, el «imperativo» de mantener las cuestiones de derechos humanos de Corea del Norte en el «primer plano» de la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), cuando se reunió con las familias de ciudadanos japoneses secuestrados por Pyongyang hace décadas.
La embajadora Linda Thomas-Greenfield se reunió con las familias y con el secretario jefe del gabinete japonés, Yoshimasa Hayashi, mientras se encontraba en Japón como parte de su viaje por dos países que también la llevó a Corea del Sur esta semana, según Nate Evans, portavoz de Estados Unidos. Misión ante la ONU
«Thomas-Greenfield reafirmó el compromiso de la Administración Biden de pedir a la RPDC que tome medidas concretas para permitir la reunificación de todas las familias separadas por las políticas represivas de la RPDC», dijo Evans en una lectura. RPDC representa el nombre oficial del Norte, República Popular Democrática de Corea.
«También reiteró el imperativo de mantener los derechos humanos de la RPDC al frente de la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU», añadió el portavoz.
Tokio ha reconocido oficialmente a 17 ciudadanos como víctimas secuestradas por el Norte en los años 1970 y 1980. Cinco de ellos regresaron a Japón tras el viaje del Primer Ministro Junichiro Koizumi a Pyongyang en 2002, mientras que los otros 12 secuestrados siguen en paradero desconocido.
Pyongyang sostiene que de los 12 ciudadanos japoneses en cuestión, ocho fallecieron mientras que los otros cuatro ni siquiera llegaron al Norte. Se sabe que el régimen secuestró a ciudadanos japoneses para entrenar a sus espías en el idioma y la cultura japoneses.
Durante la reunión con Hayashi, las dos partes discutieron prioridades compartidas como miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, incluidas cuestiones de Corea del Norte, y exploraron oportunidades para un compromiso trilateral con Corea del Sur, según Evans.
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