Un «mercenario» rumano y dos soldados congoleños murieron y un casco de paz de la ONU resultó herido en tres incidentes separados en el este de la República Democrática del Congo, dijeron varias fuentes el domingo.
Un responsable de seguridad del este del país dijo a la AFP, bajo condición de anonimato, que un contratista militar privado murió y otros tres resultaron heridos el sábado por un ataque con misiles contra una base del ejército congoleño a unos 10 kilómetros al norte de Goma.
No se confirmó el origen de la huelga.
La capital de Kivu del Norte está rodeada al norte y al oeste por el ejército ruandés y los rebeldes del M23 desde hace varios meses.
Regularmente se libran combates contra el ejército congoleño en las afueras de la ciudad, mientras que los rebeldes, apoyados por Kigali, continúan ampliando su control en el este del país.
El Ministerio rumano de Asuntos Exteriores dijo el domingo que los fallecidos y los dos heridos eran ciudadanos rumanos, y que el cuarto herido era de otra nacionalidad.
Varios canales de televisión rumanos, incluido el estatal TVR Info, describieron al combatiente muerto como un «mercenario rumano» contratado por el ejército congoleño.
A unos 200 kilómetros al norte de Goma, en Butembo, al menos dos soldados murieron en una emboscada, indicó a la AFP el administrador local, el coronel Alain Kiwewa.
Dijo que aún no tenía detalles sobre la identidad de los agresores y que se había abierto una investigación.
Pero Kiwewa dijo que los soldados asesinados habían estado suministrando a otros que luchaban contra los rebeldes del ADF.
Desde el comienzo del mes, alrededor de 150 personas han muerto en ataques atribuidos a las ADF, que se originaron en la vecina Uganda y la mayoría de cuyos miembros juran lealtad al Grupo Estado Islámico.
Además, en los alrededores de Butembo, un convoy de la MONUSCO (misión de la ONU en la República Democrática del Congo) fue atacado por hombres armados no identificados el sábado por la tarde cuando regresaba de una misión.
Un soldado de paz recibió un disparo en la pierna durante el ataque.
Vivian van de Perre, segunda al mando de la misión de la ONU, condenó «la violencia perpetrada contra las fuerzas de paz» y reiteró la necesidad de «un acceso sin obstáculos para la protección de los civiles».
El domingo, el Papa Francisco deploró el aumento de la violencia en el este de la República Democrática del Congo y apeló a las autoridades nacionales y a las comunidades internacionales a «salvaguardar las vidas de los civiles».