El nadador olímpico refugiado Alaa Maso nunca había planeado venir a Alemania, pero ocho años después de llegar por primera vez, ahora se siente orgulloso de poder vivir en este país.
«No creo que el hogar sea el lugar donde creciste o donde naciste», dijo Maso a DW en una entrevista reciente en su base de entrenamiento en Hanover. «Creo que el hogar es el lugar donde te sientes como en casa. Te da esa sensación la gente que te rodea».
En 2015, cuando su Siria natal estaba en medio de una guerra civil, Maso no tuvo más opción que irse si quería seguir una carrera en la natación.
Originario de Alepo, un importante campo de batalla en la guerra, estuvo meses seguidos sin recibir entrenamiento. «Siempre dependía de lo segura que fuera la situación y de cuáles fueran las prioridades», dijo.
Y así, junto con su hermano mayor, Mo, emprendió el largo y arduo viaje a Europa a través de Turquía.
La guerra civil frenó su carrera
Los hermanos originalmente tenían intención de establecerse en los Países Bajos con otros miembros de la familia.
Pero como les habían tomado las huellas dactilares mientras transitaban por Alemania, las normas de la UE significaban que sus solicitudes de asilo tenían que procesarse aquí.
Desde entonces, se ha tratado de recuperar el tiempo perdido, aunque Maso, de 24 años, prefiere no quedarse pensando en el pasado. Pero no puede ocultar el hecho de que la guerra civil frenó su incipiente carrera.
«Nunca será posible reparar un daño así», afirmó.
«Los cuatro años en los que no pude entrenar son unos de los años más importantes en la vida de un nadador. Es donde se ponen las bases, las bases para todo lo que viene en el futuro».
Los inmigrantes “pueden alcanzar sus objetivos”
Maso tenía cuatro años cuando su padre le enseñó a nadar. Más tarde, inspirado por Michael Phelps y sus ocho medallas de oro en los Juegos de Pekín 2008, decidió competir algún día en los Juegos Olímpicos.
«Desde ese día quise estar allí», dijo Maso. «Sabía que era un escenario en el que a cualquier nadador le encantaría estar».
El deseo de Maso se hizo realidad en 2021, cuando fue elegido para representar al equipo olímpico de refugiados en los Juegos de Tokio. El equipo de refugiados apareció por primera vez en los Juegos de Río en 2016 después de que el Comité Olímpico Internacional decidiera darles a las personas desplazadas la oportunidad de competir cuando de otra manera no habrían podido hacerlo debido a su situación.
En un momento que se volvió viral en las redes sociales, Maso abrazó a su hermano en la ceremonia de apertura de Tokio. A pesar de haber viajado juntos a Alemania, Mo competía en el triatlón por Siria.
«Es sólo porque él tenía mejores conexiones con la federación siria que yo», dijo Maso. «No lo veo como una posición política ni como un apoyo a ningún bando en Siria».
Aunque Mo ya se retiró, Alaa Maso volverá a formar parte del equipo de refugiados en París, aunque dice que lo tratará como si fueran sus primeros Juegos Olímpicos. «Ahora soy un nadador más experimentado y no un novato como lo era en Tokio, lo que me hace estar aún más emocionado», afirmó.
Maso, quien participará en la prueba de 50 metros libre en París, es plenamente consciente de sus responsabilidades como parte del equipo de refugiados de 37 miembros, sabiendo que representará a más de 100 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo.
«Tratamos de exponer [represent] «Atendemos a los refugiados de la mejor manera posible y tratamos de demostrar que incluso las personas con antecedentes inmigratorios pueden alcanzar sus metas e integrarse en su nueva sociedad y comunidades», comentó Maso.
Creciente sentimiento antiinmigrante
La integración es un tema al que Maso ha dedicado mucha atención en un momento en que en Alemania crece el sentimiento antiinmigrante, un sentimiento que ha sido alimentado por el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que quedó en segundo lugar en Alemania en las elecciones al Parlamento Europeo de junio.
Al principio, Maso duda en entrar en el debate político, antes de exponer elocuentemente lo que cree que debe suceder.
«Hay que hacer algunos talleres para que los nuevos refugiados puedan instalarse. [in them] «La nueva cultura a la que están tratando de entrar», dijo. «No estoy diciendo que la gente deba abandonar su cultura o su origen, pero [you should] También trata de integrarte en la nueva sociedad en la que estás intentando vivir.
«Para mí, es una forma crucial de ayudar a personas de orígenes diferentes a los alemanes y europeos a adaptarse y a tener una idea de cómo será la vida en los próximos diez años. Porque nadie viene aquí a vivir uno o dos años. Estás tratando de construir una nueva vida y ese va a ser un proceso muy largo».
En enero, un informe del sitio web de investigación Correctiv afirmó que figuras de extrema derecha, incluidas las de la AfD, se habían reunido para discutir un plan de «remigración» para deportar a millones de personas «no asimiladas» en Alemania. Si ese plan llegara a concretarse, Maso podría verse obligado a abandonar el país. Sin embargo, insiste en que no tiene miedo.
«Sé que, por muy grande que sea el partido o por muchos escaños que tenga cada uno, no pueden decidirlo todo por sí solos», afirmó. «Eso es lo bueno de Europa y de la democracia en Europa. El hecho de ser el partido gobernante no significa que puedas hacer lo que quieras».
Otros partidos alemanes importantes han dicho que no formarán una coalición de gobierno con la AfD, pero actualmente éste ocupa el segundo lugar en las encuestas de cara a las elecciones parlamentarias alemanas de septiembre de 2025.
A pesar del difícil clima político, Maso se muestra optimista respecto a su futuro. Piensa solicitar la nacionalidad alemana «para integrarse plenamente en la sociedad alemana». Y después, ¿le gustaría competir por Alemania, su país de adopción?
«Me parecería totalmente bien», dijo.
Los Juegos Olímpicos de París se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto.
Editado por Mark Meadows