El 31 de julio, provocó disturbios violentos frente a un hotel que albergaba a solicitantes de asilo en el distrito de Newton Heath.
El lunes, la jueza de distrito de Manchester, Joanne Hirst, ordenó la prisión preventiva de un niño de 12 años por su participación “muy grave” en los violentos disturbios ocurridos en el Reino Unido.
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Previamente, el niño se había declarado culpable de dos cargos de “desorden violento” ante el Tribunal de Magistrados de Manchester después de arrojar un objeto a un furgón policial y participar en dos incidentes violentos diferentes en la ciudad del noroeste de Inglaterra.
La fiscal Tess Kenyon dijo al tribunal que el chico asistió a una reunión el 31 de julio frente a un hotel que alberga a solicitantes de asilo en el barrio de Newton Heath en Manchester, donde le entregó una piedra a otro joven y participó en un ataque a un autobús. La policía filmó al chico pateando la ventana delantera de una tienda de cigarrillos electrónicos y arrojando un objeto a una camioneta policial en la misma ciudad el 3 de agosto.
«Está más involucrado en la violencia y el desorden que cualquier otro acusado que he visto pasar por estos tribunales, adulto o niño», afirmó el juez Hirst, quien describió el caso como «muy grave» y ordenó que el niño permaneciera en prisión preventiva antes de la sentencia.
El lunes, otro niño de 12 años compareció ante el Tribunal de Menores de Liverpool y sólo habló para confirmar su nombre y declararse culpable del cargo de “desorden violento”.
El menor fue captado por cámaras de seguridad mientras lanzaba un objeto a la policía el 30 de julio en Southport antes de marcharse en bicicleta. El chico fue puesto en libertad bajo fianza con la condición de que no vuelva a entrar en la carretera de Southport donde se produjeron los disturbios y tendrá que comparecer de nuevo ante el tribunal el 17 de septiembre.
Los disturbios estalló en pueblos y ciudades de todo el Reino Unido tras los múltiples apuñalamientos ocurridos el 29 de julio en Southport, que resultaron en la muerte de tres niñas y otras diez heridas a manos de Axel Rusakubana, un joven galés de 17 años de padres ruandeses.
Este incidente desató una ola de violencia instigada por grupos de extrema derecha y antiinmigración, que dio lugar a más de 700 arrestos.
teleSUR/ JF Fuente: EFE