lunes, enero 20, 2025

La muerte de un médico en Indonesia tras un supuesto acoso revela el lado oscuro de la formación médica en el país

YAKARTA: La reciente muerte de un médico en Indonesia que estaba recibiendo formación médica especializada en un hospital de Java Central ha puesto de relieve la cultura del acoso en dichas instituciones, en medio de lo que parecen ser esfuerzos infructuosos por parte de las autoridades para frenar este flagelo.

La Sra. Aulia Risma Lestari, una médica que estudiaba para un programa de especialización en anestesiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Diponegoro en Semarang, fue encontrada muerta en su habitación el 12 de agosto.

Un programa médico especializado es una forma de educación adicional para que los médicos generales adquieran experiencia especializada en un campo médico específico.

Los medios locales informaron que Aulia, de 30 años, supuestamente se había inyectado una dosis alta del anestésico Roculax. Según sitios médicos en línea, el medicamento se utiliza para facilitar la intubación traqueal y para relajar los músculos esqueléticos durante la cirugía.

En su diario personal, Aulia supuestamente escribió que ya no podía trabajar “así”, lo que generó sospechas de que el médico se había quitado la vida debido al acoso que sufría.

Las sospechas de presunto acoso aumentaron aún más tras la circulación de conversaciones de WhatsApp entre la Sra. Aulia y varios estudiantes de último año de su programa de residencia en el Hospital Kardinah en la ciudad de Tegal.

El 16 de agosto, el Ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin, reconoció que la muerte de Aulia fue resultado de acoso y dijo que el problema parece estar generalizado en las instituciones de formación médica del país.

Según el Jakarta Post, Budi prometió tomar medidas severas para poner fin a esta práctica. Señaló que, según las encuestas realizadas por el Ministerio de Salud, muchos estudiantes de medicina que realizan programas de residencia parecen tener tendencias suicidas como resultado del estrés y la depresión debidos al acoso escolar.

El estudio citado por el Sr. Budi encontró que el 22,4 por ciento de los más de 12.000 estudiantes de medicina especializados del país mostraban signos de depresión.

El ministro de Salud también pidió a todos los estudiantes de medicina de último año, así como al personal docente, que pongan fin a la “cultura tóxica de la antigüedad”, informó el Jakarta Post.

No era la primera vez que Budi abordaba el tema. En julio pasado, el ministro de salud dijo que la cultura del acoso en las instituciones de educación superior es un secreto a voces que existe desde hace décadas.

En una señal de que la situación aún no ha mejorado, los medios locales informaron sobre otro caso de acoso que tuvo lugar en el programa de formación médica especializada en neurocirugía de la Universidad Padjadjaran de Bandung, en la provincia de Java Occidental.

Desde entonces, la universidad ha cancelado los estudios de dos médicos supuestamente implicados en el acoso y ha enviado cartas de advertencia al director del departamento y al jefe del programa de neurocirugía.

La universidad también ha sancionado a otros siete presuntos autores en las categorías leves a moderadas, imponiéndoles el castigo de repetir clases.

“Un profesor involucrado… está siendo procesado por sanciones severas”, dijo el Dr. Yudi Mulyana, decano de la Facultad de Medicina, citado por la agencia de noticias Antara el 19 de agosto.

En el caso de acoso escolar en la Universidad de Padjadjaran, los médicos en formación fueron presuntamente agredidos física y verbalmente por sus superiores, y también se vieron obligados a pagar los gastos de sus superiores, incluidos comida, bebida, alquiler de coches y alojamiento.

El año pasado, el Ministerio de Salud emitió directrices para la prevención de casos de acoso escolar en la educación médica. También puso en marcha un canal para que las víctimas canalicen sus quejas, aunque esto no ha impedido que se produzcan casos de acoso escolar.

El 17 de agosto, Kompas informó que desde 2023, el Ministerio de Salud de Indonesia ha recibido alrededor de 1.200 informes de acoso en programas de educación médica especializada.

Según los expertos, la cultura del acoso en las instituciones de formación médica también podría tener un impacto en las interacciones de los estudiantes más jóvenes con los pacientes una vez que se gradúan.

“La mentalidad de estos estudiantes afectará su interacción con los pacientes y, si no se trata durante su formación, dejará un impacto cuando ingresen a la comunidad”, dijo el presidente de la Asociación de Médicos de Indonesia (IDI), Mahesa Paranadipa, citado por Tirto.

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