Rusia ha lanzado el mayor ataque contra Ucrania desde el comienzo de la invasión a gran escala en 2022, informó la Fuerza Aérea de Ucrania el 26 de agosto.
Según el Servicio Estatal de Emergencias, siete personas murieron y 47 resultaron heridas.
Las fuerzas rusas llevaron a cabo un ataque contra 15 provincias, según el primer ministro Denys Shmyhal.
Según la Fuerza Aérea, Rusia lanzó 127 misiles y 109 drones, mientras que Ucrania derribó 102 misiles y 99 drones. Los ataques rusos alcanzaron varias instalaciones civiles, energéticas y de combustible, incluida una presa en Kiev, parte de la central hidroeléctrica de Kiev.
Las fuerzas ucranianas interceptaron un misil balístico Kinzhal, un misil balístico Iskander-M/KN-23, un misil de crucero Kh-22, 99 misiles de crucero Kh-101, Kalibr y Kh-59/69, así como 99 drones tipo Shahed.
Varios drones desaparecieron de los radares y se perdieron en territorio ucraniano. Dos vehículos aéreos no tripulados cruzaron la frontera con Bielorrusia.
Ucrania desplegó todos los recursos disponibles para repeler el ataque, incluidos aviones, fuerzas de misiles antiaéreos, grupos de fuego móviles y unidades de guerra electrónica, dijo la Fuerza Aérea.
Tras el ataque masivo ruso contra Ucrania, el presidente Volodymyr Zelenski se reunió con el comandante de la Fuerza Aérea Mykola Oleshchuk, el ministro del Interior, Ihor Klymenko, el ministro de Energía, Herman Halushchenko, y Volodymyr Kudrytskyi, jefe del operador estatal de la red Ukrenergo.
El grupo discutió la eficiencia de los sistemas de defensa aérea y guerra electrónica y de los grupos de fuego móviles en cada región, entre otros temas.
En los lugares afectados por los ataques rusos se están llevando a cabo operaciones de desminado. En algunas zonas, las fuerzas rusas atacaron instalaciones civiles con bombas de racimo. Los zapadores deben comprobar los lugares antes de que los ingenieros de energía puedan comenzar con las reparaciones, según Zelenski.