El Parlamento ha respaldado nuevas normas a escala de la UE que protegen a los niños y ahora deben pasar a negociaciones interinstitucionales.
El Parlamento Europeo respaldó hoy (5 de septiembre) una propuesta destinada a mejorar la seguridad de los juguetes disponibles en el mercado de la UE, con especial atención a las sustancias nocivas y tóxicas para los niños y los crecientes riesgos que plantean los productos digitales.
Marion Walsmann (Alemania/PPE), encargada de impulsar el proyecto en el Parlamento, dijo a Euronews que la actual Directiva sobre seguridad de los juguetes de 2009 está obsoleta y necesita una revisión, especialmente teniendo en cuenta la creciente importancia de los mercados en línea.
«Pero además, en vista de los últimos descubrimientos científicos sobre sustancias químicas nocivas, habría que adaptar o introducir en primer lugar los valores límite correspondientes», añadió.
Con ese objetivo, la Comisión Europea presentó una propuesta para un nuevo Reglamento en 2023. “Esta propuesta garantizará que los niños estén aún más protegidos cuando juegan con juguetes, incluso frente a productos químicos nocivos”, dijo entonces el comisario Thierry Breton.
Añadió que la aplicación de la normativa se intensificará gracias a las tecnologías digitales, que permitirán detectar más fácilmente los juguetes inseguros, especialmente en las fronteras de la UE.
El reglamento introduciría requisitos esenciales para los juguetes con el fin de garantizar un alto nivel de protección de la salud y la seguridad de los niños. Añade una nueva prohibición de las sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC) y de los sensibilizantes respiratorios a la prohibición existente de las sustancias cancerígenas, mutágenas y tóxicas.
Como los sistemas endocrinos y los cerebros de los niños aún están en desarrollo, son muy sensibles a cualquier sustancia que afecte su desarrollo.
Los sensibilizadores respiratorios pueden provocar un aumento del asma infantil, y las sustancias neurotóxicas son especialmente dañinas para el cerebro en desarrollo de los niños, que es más vulnerable a las lesiones tóxicas que el de los adultos.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que alteran la actividad hormonal normal del organismo, como los bisfenoles y los ftalatos. La exposición a los disruptores endocrinos puede ser peligrosa incluso en dosis muy bajas y tener efectos más adelante en la vida.
La exposición a sustancias químicas disruptoras endocrinas ha sido ampliamente estudiada en los últimos años, ya que el análisis sugerir que pueden ser responsables de la disminución del recuento de espermatozoides, del aumento del número de niños varones que nacen con malformaciones genitales y del aumento de casos de ciertos tipos de cáncer que se sabe que son sensibles a las hormonas.
El texto propuesto por el Parlamento refuerza la obligación de que los fabricantes incluyan advertencias en los juguetes que describan los riesgos potenciales y aclaren los grupos de edad a los que van destinados.
Según la propuesta de la Comisión que ahora ha sido acordada por el Parlamento, los fabricantes deberían crear un Pasaporte Digital de Productos para proporcionar información sobre la conformidad de los juguetes con este Reglamento y con cualquier otra legislación aplicable a los juguetes.
Además del pasaporte digital, también deberían realizar una evaluación de seguridad antes de colocar un producto en el mercado que debe cubrir todos los peligros químicos, físicos, mecánicos, eléctricos, de inflamabilidad, de higiene y de radiactividad, así como la posible exposición a ellos.
Los eurodiputados también acordaron que esta evaluación también debería considerar los riesgos para la salud que plantean los juguetes conectados digitalmente, incluidos los que afectan a la salud mental y al desarrollo cognitivo de los niños.
«Ahora es fundamental convencer a los Estados miembros de que preserven el principio de precaución en la legislación y garanticen mejores disposiciones contra los riesgos que los juguetes conectados pueden suponer para la salud mental de los niños», declaró a Euronews Florence Punzano, responsable de políticas de la organización de consumidores BEUC.
El siguiente paso será que las nuevas normas sean objeto de negociaciones interinstitucionales entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo. “Estoy seguro de que, una vez constituida la nueva Comisión, las negociaciones podrán finalizar en unas semanas o meses”, añadió Walsmann.