domingo, enero 19, 2025

Paralímpicos: El refugiado colombiano Amelio Castro compite en esgrima – teleSUR

En Italia desarrolla su carrera como deportista y se entrena con los mejores.

El refugiado colombiano Amelio Castro compite en París 2024 como miembro del Equipo Paralímpico de Refugiados, el más numeroso de la historia con ocho integrantes. Vive en Roma y pasa gran parte de su tiempo entrenando con sus héroes, entre ellos el ícono de la esgrima en silla de ruedas, Bebe Vio, y la campeona olímpica Elisa Di Francisca.

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Su debut en los Juegos se produjo en la prueba de sable masculino, categoría B. En octavos de final perdió por 15-3 ante el polaco Adrián Castro, pero en segunda ronda ganó un partido de repesca ante el ucraniano Anton Datsko. En espada, venció al húngaro Istvan Tarjanyi y perdió ante el brasileño Jovane Sosten y el chino Daoliang Hu, poniendo punto final a su participación en los Juegos entre aplausos del público.

Para Castro, el deporte significa “todo”, sobre todo para aliviar los intensos dolores que arrastra. A los dieciséis años, su madre murió y cuatro años después, perdió el uso de sus piernas debido a un accidente de tráfico. “Tras un largo camino de recuperación, decidí escribir un libro para intentar inspirar a la gente. Entonces, se me ocurrió una idea: si podía practicar un deporte, destacar en él y ganar medallas, eso me daría visibilidad y llamaría la atención del público”, subraya.

Primero probó el baloncesto en silla de ruedas, pero no le gustó. Cuando descubrió la esgrima en silla de ruedas en 2017, fue amor a primera vista. Las amenazas que recibió en Colombia lo obligaron a buscar una dolorosa huida: el exilio. Se mudó a Italia desde Colombia en 2022 y comenzó a entrenar con el entrenador Daniele Pantoni. Había conocido a Pantoni en una competencia en Cali en 2018.

“Cuando llegué a Italia, me sentí como si estuviera en la oscuridad. Como migrante, era difícil encontrar un lugar para entrenar, comer adecuadamente y tener el descanso óptimo que necesita un atleta de alto rendimiento. Además, estaba solo. Entonces conocí a Pantoni, quien ha estado a mi lado desde el primer día, ayudándome a entrenar y asistiéndome con todas mis necesidades”.

Tras obtener asilo político, inicialmente no pudo competir en competiciones internacionales, pero gracias al Equipo Paralímpico de Refugiados pudo volver a participar en competiciones alrededor del mundo. En Italia desarrolla una carrera como deportista y se entrena con los mejores, con quienes integran las ‘Fiamme Oro’, el grupo deportivo de la policía nacional, aunque no todo es color de rosa. Actualmente, Castro vive en un centro de acogida, donde las condiciones no son las mejores.

“A veces no puedes dormir bien porque hay mucha gente. Y el trayecto hasta llegar al entrenamiento es largo. Son dos horas de transporte público y a veces hay ascensor y a veces no. Igual que a veces el autobús ayuda y otras no”, afirma.

Mientras cumple su sueño, Amelio Castro intenta seguir un principio que siempre tiene presente: “Nunca rendirse. No importa cuán difícil parezca la situación, siempre se puede salir adelante enfocándose en lo que se ha hecho bien y respetando a los demás”.

El atleta colombiano ha representado con su ejemplo las esperanzas y los sueños de 120 millones de desplazados forzosos en todo el mundo, entre ellos unos dieciocho millones de personas con discapacidad. Estos deportistas son, como dice el Comité Paralímpico Internacional, el “emblema” de su existencia.

teleSUR/ JF Fuente: EFE



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