Moscú ha trasladado unos 40.000 soldados rusos a la sitiada región de Kursk, anunció el presidente Volodymyr Zelensky en su discurso vespertino del 19 de septiembre.
Ucrania lanzó su incursión transfronteriza en el óblast de Kursk, Rusia, a principios de agosto, afirmando haber tomado alrededor de 100 asentamientos y más de 1.300 kilómetros cuadrados (500 millas cuadradas).
La última cifra que dio Zelensky sobre soldados rusos reasignados a la región de Kursk es inferior a la anunciada a principios de septiembre, cuando estimó su número en 60.000.
«También hemos reabastecido nuestro fondo de cambio», dijo Zelenski dicho.
«Todo esto es importante y afecta a la situación general de la guerra».
El presidente de Ucrania afirmó que los soldados ucranianos lograron reducir el «potencial de ataque» ruso en la región de Donetsk, pero calificó la situación de «extremadamente difícil». En los sectores de Pokrovsk y Kurakhove se están produciendo intensos combates.
La semana pasada, Rusia lanzó un contraataque en la región de Kursk, que fue detenido el 18 de septiembre, según el ejército ucraniano.
Uno de los objetivos de la incursión de Ucrania en la región de Kursk era obligar a Rusia a redistribuir sus fuerzas del frente en Ucrania, principalmente del sector de Pokrovsk.
Además de expulsar a las tropas rusas de la frontera, Ucrania habría tomado más de 600 prisioneros rusos y habría infligido 6.000 bajas en la región rusa hasta principios de septiembre.