VIENTIANE: Myanmar enviará un representante a una cumbre regional esta semana por primera vez en tres años, dijo a la AFP una fuente diplomática el martes (8 de octubre), mientras la junta gobernante lucha por sofocar una guerra civil.
El conflicto ocupará un lugar destacado en la agenda cuando los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) se reúnan en Laos el miércoles, aunque más de tres años de esfuerzos para encontrar una solución diplomática a la crisis no han tenido impacto.
La ASEAN prohibió a los líderes de la junta de Myanmar asistir a sus cumbres tras su golpe de febrero de 2021, y los generales se han negado a enviar «representantes no políticos» en su lugar.
Pero Myanmar, uno de los 10 Estados miembros de la ASEAN, envió a un alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores como representante a la reunión de tres días en Vientiane, dijo a la AFP un diplomático del Sudeste Asiático que participó en las reuniones.
Semanas después de tomar el poder, la junta aceptó un plan de «consenso de cinco puntos» destinado a restaurar la paz, pero lo ignoró y llevó a cabo una sangrienta represión contra la disidencia y la oposición armada a su gobierno.
«Lo importante es que, en cierto sentido, aceptan el consenso de cinco puntos», afirmó el diplomático a la AFP.
«Es posible que hayan pensado que es mejor que se escuche su propia voz que estar en el exterior».
El jefe de la junta, Min Aung Hlaing, asistió a una cumbre de emergencia de la ASEAN sobre la crisis en abril de 2021, pero el bloque se ha negado a invitarlo a reuniones periódicas desde entonces.
Aung Kyaw Moe, secretario permanente del Ministerio de Asuntos Exteriores de Myanmar, asistió el martes a una reunión de ministros de Asuntos Exteriores antes de la cumbre principal, según informaron periodistas de la AFP.
La medida se produce dos semanas después de que los militares emitieran una invitación sin precedentes a sus enemigos para mantener conversaciones destinadas a poner fin al conflicto, que ha matado a miles de personas y obligado a millones a huir de sus hogares.
La junta se ha estado recuperando de las derrotas en el campo de batalla ante los grupos armados de minorías étnicas y las «Fuerzas de Defensa del Pueblo» prodemocráticas que se levantaron para oponerse a su golpe.
El fin de semana pasado, Indonesia fue sede de conversaciones sobre el conflicto de Myanmar en las que participaron la ASEAN, la Unión Europea y las Naciones Unidas, así como numerosos grupos anti-junta.