El 6 de septiembre, el encuestador Merdeka Center publicó su informe de una encuesta representativa a nivel nacional realizada entre abril y mayo. La encuesta incluyó a 1.605 malayos de entre 18 y 30 años.
Los últimos resultados causaron revuelo en los medios del país debido al factor juventud. Los encuestados, ya sea que trabajen o estudien, se encuentran en sus años de formación como adultos jóvenes. Asumirán roles de liderazgo en el futuro y se han mostrado como un importante voto político decisivo.
La cobertura de los medios llamó la atención sobre el debate sobre igualdad versus preferencia étnica en la política socioeconómica. La encuesta pidió a los encuestados que eligieran entre dos posiciones opuestas: el 73 por ciento de los malayos optó por continuar con los privilegios malayos, mientras que el 24 por ciento favoreció la igualdad de trato para todos los malayos, independientemente de su raza y religión.
Los malayos, que representan el 58 por ciento de los ciudadanos, disfrutan de un trato preferencial en la educación superior, el empleo en el sector público, los préstamos comerciales y la propiedad patrimonial. Los grupos indígenas bumiputra, que junto con los malayos representan el 70 por ciento de la población, también tienen derecho a estos beneficios.