Contrarrestar la amenaza del Norte y Rusia
El jueves, Corea del Norte disparó un nuevo misil balístico intercontinental desde un sitio de lanzamiento cerca de Pyongyang hacia el Mar del Este. El Norte tomó la medida poco después de que los ministros de Defensa de Estados Unidos y Corea del Sur emitieran una declaración conjunta después de su Reunión Consultiva de Seguridad (SCM) en Washington, y apenas cinco días antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos.
El 29 de octubre, Rusia llevó a cabo ejercicios de ataque con misiles de largo alcance movilizando su Ejército, Armada y Fuerza Aérea. El lanzamiento casi vertical de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte apenas dos días después de los ejercicios rusos personifica los vínculos militares más estrechos entre los dos países que antes. Lo que atrae nuestra especial atención en el lanzamiento de misiles del Norte fue el vuelo más largo jamás realizado del nuevo misil balístico intercontinental que disparó desde un nuevo lanzador transportador-erector de 12 ejes. El misil balístico intercontinental Hwasong-18 que el Norte disparó en julio de 2023 voló durante 74 minutos, pero el nuevo voló durante 86 minutos, lo que sugiere el rápido avance de la tecnología de misiles balísticos intercontinentales del Norte.
Corea del Norte aún no ha demostrado su tecnología de reentrada atmosférica para misiles balísticos intercontinentales capaces de atacar el territorio continental de Estados Unidos. Pero se están profundizando las preocupaciones sobre la posibilidad de que Rusia proporcione sigilosamente a Corea del Norte su tecnología militar avanzada a cambio del envío de más de 10.000 soldados a Rusia para ayudar en su guerra contra Ucrania.
Eso no es todo. El Servicio Nacional de Inteligencia dijo que Corea del Norte se prepara para lanzar nuevamente un satélite de reconocimiento militar después de su fracaso anterior. Si el país adquiere activos de vigilancia además de los misiles balísticos intercontinentales, planteará un grave desafío de seguridad tanto para Corea del Sur como para Estados Unidos. Hay muchas señales de que Rusia está transfiriendo tecnologías sensibles al Norte, particularmente después de que el presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un firmaron su nuevo tratado militar en Pyongyang.
Desde que se descubrió que Corea del Norte había enviado tropas a Rusia, algunas de ellas estarían desplegadas en los campos de batalla de Kursk, cerca de Ucrania. Rusia quiere llenar el vacío generado por la muerte de sus 700.000 soldados con jóvenes soldados norcoreanos, mientras que el Norte quiere obtener tecnología militar de Rusia a cambio. Pero será un gran error si los dos países creen que pueden lograr sus objetivos políticos mediante el intercambio militar.
En el SCM de Washington, Corea del Sur y Estados Unidos acordaron reflejar los escenarios de respuesta a un ataque nuclear de Corea del Norte en sus ejercicios conjuntos. Nuestro Ministro de Defensa advirtió contra exagerar el peligro de la transferencia de tecnología de Rusia al Norte. Pero nuestro ejército debe prepararse minuciosamente para la nueva amenaza.
(FIN)