En mayo de este año, Estados Unidos dijo que aumentaría los aranceles sobre los semiconductores chinos del 25 por ciento al 50 por ciento para 2025.
Otros aranceles, incluido un arancel del 100 por ciento sobre los vehículos eléctricos chinos, del 50 por ciento sobre las células solares y del 25 por ciento sobre el acero, el aluminio, las baterías de vehículos eléctricos y minerales clave, entraron en vigor el 27 de septiembre.
A pesar de los ahorros de costos que puede trasladar a los clientes al operar en Vietnam, IBE Electronics todavía tiene que enfrentar algunos desafíos.
Debido a la incipiente industria de apoyo del país, el tiempo de producción es dos semanas más largo en comparación con su fábrica en China. También hay un costo de envío adicional del 5 por ciento.
POSIBLES ARANCELES DE IMPORTACIÓN FUTUROS
Es posible que la reubicación desde China tampoco proteja a las empresas de los riesgos de nuevas escaladas en la guerra comercial.
Los analistas esperan que el enfrentamiento continúe independientemente de si la candidata presidencial demócrata Kamala Harris o su rival republicano -y expresidente- Donald Trump gana las elecciones del martes (5 de noviembre).
Sin embargo, bajo la administración Trump, varios países podrían tener motivos para temer el futuro de sus vínculos comerciales con Estados Unidos.
Trump anunció que, si es reelegido, impondrá entre 10 y 20 por ciento de aranceles en todos los ámbitos a todas las importaciones. Esto es independiente del arancel del 60 por ciento o más sobre las importaciones chinas a Estados Unidos que planea implementar.
“Muchas más empresas chinas vendrán a Vietnam en el futuro. Sin embargo, también nos preocupan los aranceles aplicados a Vietnam, por eso necesitamos tener una instalación en Estados Unidos”, afirmó la señora Xu.