CEMENTANDO EL DEPÓSITO DE NEGOCIACIÓN DE LA ASEAN
Si bien es cierto que la distancia entre el PIB de Estados Unidos y China probablemente aumentará en comparación con la de la próxima gran potencia, eso no significa que los países más pequeños no tengan poder de negociación. Países como Malasia, Brasil, Turquía, México, Indonesia y Botswana son países de ingresos medianos altos en ascenso con creciente fuerza e influencia negociadora.
La idea central aquí es utilizar la fuerza económica, cimentada en el pragmatismo y la acomodación, como reserva de negociación de la ASEAN para exigir una neutralidad continua y una resistencia contra la elección de bandos.
Este enfoque, sin embargo, exige abandonar una postura pasiva de no alineación y adoptar una postura de neutralidad cuidadosa, considerada y proactiva. Por lo tanto, es oportuno que la ASEAN considere profundizar la integración económica, tanto interna como externamente con otros bloques.
Esto podría adoptar varias formas, todas las cuales son de naturaleza económica y no buscan una integración política similar al modelo de la UE. El más importante de ellos es la Red Eléctrica de la ASEAN, que tiene como objetivo integrar los sistemas energéticos de los estados miembros y que tiene beneficios ampliamente aceptados (descarbonización, creación de hasta 9.000 puestos de trabajo al año). Resolver el problema de la implementación piloto de Laos-Tailandia-Malasia-Singapur es una prioridad, ya que esto fortalecería las capacidades de planificación a nivel regional. A esto seguirán también los debates sobre la financiación de la infraestructura de la red, que servirán como prueba para las estructuras de financiación a nivel regional.
Otra integración económica sustantiva relacionada es la mejora de la infraestructura regional, como carreteras y ferrocarriles, que cuentan con el apoyo de mecanismos de financiación regionales. Para transformar verdaderamente a la ASEAN de un conglomerado dispar de entidades diversas a un mercado de 650 millones, la movilidad laboral podría figurar como un elemento económico importante. Esto podría centrarse en talentos altamente calificados en lugar de una libre circulación generalizada, que cumple con el nivel de desarrollo de la mayoría de los estados miembros.
Además de eso, la ASEAN podría utilizarse como plataforma para la cooperación interregional con otros grandes bloques económicos, como los BRICS, EE.UU., China, la UE, el MERCOSUR, la Unión Africana y el Consejo de Cooperación del Golfo. Esto podría traducirse en acuerdos de libre comercio o planes de acción de base amplia y/o sectoriales más significativos con zonas de inversión, y la ASEAN serviría como principal defensora del comercio en el mundo.
Es comprensible que los críticos puedan argumentar que la ASEAN no ha sido una organización eficaz precisamente debido a su enfoque de no interferencia, donde los Estados miembros pueden ignorar las presiones regionales y continuar con las cosas como siempre. Sin embargo, hay algunas condiciones que favorecen movimientos históricos de integración.
Uno, la alineación de los intereses de los líderes. Los líderes de los principales estados miembros están priorizando el crecimiento económico sobre otras políticas, mientras los países compiten para ponerse al día o ascender en la cadena de valor. La tecnología y las energías renovables también han ocupado un lugar destacado en la agenda de los líderes de los estados miembros. Como la mayoría de los líderes de los estados miembros más grandes fueron nombrados hace menos de cinco años, también existe un afán por demostrar su valía a través de un próspero resultado económico y de inversión.
En segundo lugar, el proteccionismo comercial es una amenaza cada vez mayor. Las economías regionales tienden a fusionarse cuando los entornos externos son desordenados, y mucho menos en una región con mucho comercio que ha visto las ventajas de una economía abierta como la ASEAN. Tal apertura a la integración regional tal vez no sea tan fácilmente recibida en tiempos de paz.
En tercer lugar, la legitimidad de la presidencia del Primer Ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en 2025. No sólo destacan la historia política y la diplomacia internacional de Anwar, sino que también representa un punto de interés identificable, ya que Malasia fue el primer líder de la ASEAN en establecer relaciones con China en 1974 (lo que indica apertura al comercio), y tiene un interés directo en la disputa del Mar Meridional de China. Como 2025 coincide con la mitad de su mandato como primer ministro, Anwar también tiene la oportunidad de adoptar un rumbo de construcción de legado al priorizar una integración sustantiva que no se había logrado anteriormente.
La historia del regreso de la ASEAN ha validado su enfoque pragmático que tiene lecciones más amplias en el mundo actual. La próxima década exige mayor reflexión y proactividad, para que la ASEAN pueda llegar a ser como las múltiples facetas de una piedra preciosa, cada una de las cuales se divide de diferentes maneras, pero fusionándose bajo la misma luz.
James Chai es analista político, columnista y autor de Sang Kancil (Penguin Random House).