IMPLICACIONES PARA LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA DEL SUDESTE ASIA
En un clima político tenso plagado de rivalidad entre Estados Unidos y China, la acción climática puede ser una cuestión clave que fomente o reduzca los motivos de cooperación.
Por un lado, el sudeste asiático presenta una oportunidad para que Estados Unidos aumente sus inversiones en la transición energética verde de la región. La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) ha fijado un objetivo de energía renovable del 23 por ciento para 2025 en el suministro total de energía primaria.
Bajo la Administración Biden, hubo algunos avances entre Estados Unidos y la ASEAN en materia de cooperación climática, a través de la Asociación Estratégica Integral entre Estados Unidos y la ASEAN y el primer Diálogo Ministerial ASEAN-Estados Unidos sobre Medio Ambiente y Cambio Climático en 2023.
Sin embargo, queda por ver si Trump impulsará iniciativas de cooperación climática con la ASEAN. Durante su último mandato como presidente, se podría decir que la administración Trump vio al Sudeste Asiático como una región de baja prioridad dentro de Asia-Pacífico en general.
Es probable que el enfoque de Trump, Estados Unidos primero, y las promesas de campaña de implementar medidas proteccionistas, como aranceles elevados, desencadenen reacciones de ojo por ojo por parte de China. Además, Estados Unidos aumentaría su competencia con China en energía renovable.
Estos acontecimientos tendrían en gran medida un efecto mixto en el sudeste asiático. Probablemente veríamos mayores oportunidades e inversiones en la región con otros países que busquen diversificar sus cadenas de suministro.
Al mismo tiempo, la región también sufriría interrupciones o mayores costos de minerales críticos y tecnologías verdes luego de cualquier repercusión de las medidas proteccionistas tanto de Estados Unidos como de China.