A medida que aumenta la amenaza de la contaminación plástica, los países sólo podrían acordar posponer las negociaciones para una fecha posterior.
Los países que negocian un tratado global para frenar la contaminación plástica no han logrado llegar a un acuerdo: más de 100 naciones abogan por un límite a la producción de plástico y un puñado de países productores de petróleo solo están dispuestos a abordar los desechos plásticos.
La quinta reunión del Comité Intergubernamental de Negociación de las Naciones Unidas (INC-5) en Busan, Corea del Sur, estaba destinada a ser la sesión final. Se esperaba que de la reunión se produjera un tratado global jurídicamente vinculante.
De tener éxito, habría marcado el compromiso climático global más importante desde los Acuerdos Climáticos de París en 2015, pero el grupo de naciones solo pudo acordar el domingo posponer las negociaciones para una fecha posterior.
Arabia Saudita, en particular, fue acusada de obstaculizar el camino. El país se opuso firmemente a los esfuerzos por reducir la producción de plástico y utilizó tácticas procesales para retrasar el progreso.
«Está claro que todavía hay una divergencia persistente», dijo a la agencia de noticias Reuters Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Panamá propuso el jueves un plan que recibió un importante apoyo internacional. De ser adoptado, habría establecido un camino para un objetivo de reducción de la producción global, pero no especificó cómo sería ese objetivo. Otra propuesta no mencionaba en absoluto los límites de producción.
El jefe de la delegación de Panamá, Juan Carlos Monterrey Gómez, criticó el aplazamiento de las negociaciones.
«Cada día de retraso es un día contra la humanidad», afirmó. «Posponer las negociaciones no pospone la crisis».
Según las tendencias actuales, la producción de plástico está en camino de triplicarse para 2050.
“Cada día que los gobiernos permiten que los contaminadores sigan inundando el mundo con plástico, todos pagamos el precio. Este retraso tiene consecuencias nefastas para las personas y el planeta, sacrificando despiadadamente a quienes están en la primera línea de esta crisis”, dijo en un comunicado Graham Forbes, jefe de la delegación de Greenpeace en el tratado global sobre plásticos.
“Esta semana, más de 100 estados miembros, que representan a miles de millones de personas, rechazaron un acuerdo ineficaz que no habría logrado nada y se presentaron ante el mundo comprometiéndose a un tratado ambicioso. Ahora es el momento de que cumplan esta promesa y la cumplan”.
El grupo ambientalista GAIA dijo a Reuters que “hay pocas garantías de que el próximo INC tenga éxito donde no lo logró el INC-5”.
El aplazamiento se produce pocos días después de la turbulenta conclusión de la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Bakú, Azerbaiyán.
En la COP29, los países prometieron 300.000 millones de dólares anuales para abordar el cambio climático. Sin embargo, este plan estuvo muy por debajo de los 1,3 billones de dólares solicitados por los países en desarrollo, que se ven afectados desproporcionadamente por la crisis climática.