La decisión de Yoon puede estar directamente relacionada con la agitación política que ha envuelto a Corea del Sur en los últimos meses. Dirigiéndose a la nación en una declaración televisada, Yoon declaró la ley marcial como medida para contrarrestar las “fuerzas pro norcoreanas” y “salvar el país”. [from] fuerzas antiestatales que intentan paralizar las funciones esenciales del Estado y destruir el orden constitucional de la democracia liberal”.
Antes del decreto, la principal oposición, el Partido Democrático de Corea, había presentado un proyecto de ley presupuestario que recortaba 4,1 billones de wones (2.800 millones de dólares) del plan inicial propuesto por el gobierno. Esto marcó un punto de inflexión en la decisión de Yoon, ya que afirmó que la oposición lo había dejado incapaz de gobernar.
La imposición de la ley marcial generó duras críticas en Corea del Sur y más allá. Después de la declaración, miles de personas salieron a las calles en medio de una fuerte presencia militar. Los legisladores pudieron ingresar a un parlamento fuertemente custodiado y finalmente votaron para revocar la decisión. Los políticos condenaron el decreto de Yoon por considerarlo ilegal e inconstitucional.