Funcionarios filipinos dijeron la semana pasada que barcos de la guardia costera china habían disparado cañones de agua y golpeado de costado un barco de la oficina de pesca de Manila cuando se dirigía a entregar suministros a los pescadores filipinos alrededor de Scarborough Shoal, una medida que provocó la condena de Estados Unidos.
La Guardia Costera de China dijo que cuatro barcos filipinos habían intentado entrar en aguas que describió como propias alrededor de Scarborough Shoal, que Beijing llama Isla Huangyan.
China presentó cartas náuticas a principios de este mes a las Naciones Unidas que, según dijo, respaldaban sus reclamos sobre las aguas, que un tribunal internacional de 2016 consideró como un caladero establecido desde hace mucho tiempo para pescadores de muchas nacionalidades.
Tras la presentación de las cartas, un portavoz del Consejo Marítimo Nacional de Filipinas dijo que las afirmaciones de China eran infundadas e ilegales.
El tribunal de 2016 dictaminó que el reclamo de China no tenía fundamento bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), y que su bloqueo alrededor de Scarborough Shoal violaba el derecho internacional.
Beijing nunca ha reconocido la decisión.
Nunca se ha establecido la soberanía sobre Scarborough Shoal.
Filipinas y otros miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático han pasado años negociando un código de conducta con Beijing para la vía fluvial estratégica, y algunas naciones del bloque insisten en que se base en la CONVEMAR.
Las ZEE otorgan a la nación costera jurisdicción sobre los recursos vivos y no vivos en el agua y en el fondo del océano.