El gobierno del estado de Selangor podría abordar de manera más efectiva la planificación urbana y la prestación de servicios a través del principio de subsidiariedad: delegar autoridad al nivel más cercano a la comunidad afectada.
La reintroducción de elecciones de gobiernos locales, una causa que alguna vez defendió la coalición gobernante Pakatan Harapan, aumentaría aún más la rendición de cuentas. La sinergia en la planificación de políticas para reducir la superposición entre Selangor y Kuala Lumpur también reduciría la duplicación de esfuerzos.
Por ejemplo, limpiar y rejuvenecer el río Klang, que atraviesa Selangor y Kuala Lumpur, ha sido un desafío porque se necesita coordinación entre los gobiernos estatal y federal. Cuando ambas entidades no están alineadas políticamente, la toma de decisiones se complica. Unificar la gobernanza simplificaría tales iniciativas.
Dicho esto, mantener a Kuala Lumpur como un centro administrativo neutral e independiente del control estatal puede resultar atractivo para los inversores. Shah Alam podría seguir sirviendo como capital de gobernanza para abordar las necesidades de Selangor.
La gestión del considerable presupuesto de Kuala Lumpur puede ejercer presión sobre la capacidad administrativa de Selangor, y es posible que se asignen recursos a las zonas urbanas en lugar de a las rurales.
Sin embargo, el alto valor de las propiedades de Kuala Lumpur significaría que Selangor puede obtener mayores ingresos del impuesto territorial (también conocido como alquiler de alquiler) que se cobra sobre las propiedades de la ciudad. Además, la reintegración de Kuala Lumpur a Selangor también puede implicar la transferencia de activos, lo que podría generar más ingresos para el gobierno estatal.