Aunque los detalles siguen en secreto, los expertos especulan que el diseño del buque de guerra podría basarse en los destructores avanzados de las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón, reequipados para satisfacer las necesidades operativas de Indonesia.
La colaboración, dicen los analistas, señala el cambio de Tokio hacia asociaciones más estratégicas con naciones del Sudeste Asiático que enfrentan disputas territoriales con Beijing.
“En los últimos dos o tres años, en una estrategia trazada por [former] primer ministro Fumio Kishida, Japón ha estado trabajando para fortalecer sus alianzas con países de ideas afines, particularmente países del Sudeste Asiático, para crear una coalición contra el creciente potencial de China”, dijo Masayuki Masuda, director de estudios chinos en el Instituto Nacional de Estudios de Defensa en Tokio.
Estas asociaciones se alinean con el impulso de Tokio para lograr una “cooperación de seguridad más sólida”, dijo Masuda a This Week in Asia.