El sábado, los socialdemócratas gobernantes de Alemania (SPD) declararon formalmente al actual canciller Olaf Scholz como candidato del partido para las elecciones federales previstas para el 23 de febrero.
Los delegados del SPD en el congreso del partido en Berlín votaron abrumadoramente a favor de mantener el liderazgo de Scholz, con sólo unos pocos delegados en contra.
Alemania en una «encrucijada»
Durante su discurso en la conferencia, Scholz afirmó que Alemania se encuentra en una «encrucijada».
Pidió salarios justos, viviendas asequibles y pensiones estables para la «gente corriente», al tiempo que acusó a su principal rival, la alianza conservadora CDU/CSU, de participar en una política diseñada «para el 10% más rico».
Dijo que no estaba claro qué representaba la CDU/CSU y argumentó que no habían desarrollado políticas claras para abordar la escasez de mano de obra del país o la transición hacia la energía limpia.
Scholz también pidió que se protejan los principios de las fronteras soberanas, días después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aludió a que Estados Unidos ejerce control sobre Groenlandia.
«Éste es un principio que todo Estado debe respetar, ya sea un Estado pequeño o uno grande y poderoso», afirmó Scholz.
«Ningún país es el patio trasero de otro, ningún país debería temer a sus vecinos más grandes. Ésa es una parte central de lo que llamamos valores occidentales».
En 2021, el 96,2% de los delegados votaron a favor de nombrar a Scholz como canciller en votación secreta. El SPD se convirtió en el partido más grande en el parlamento, lo que llevó a Scholz a formar un gobierno de coalición con los ecologistas Verdes y los Demócratas Libres (FDP), proempresariales.
El SPD detrás de la CDU y AfD en las encuestas
A finales del año pasado, la coalición de Scholz colapsó después de que el canciller destituyera al ex Ministro de Finanzas Christian Lindner del FDP, allanando el camino para elecciones anticipadas.
Encuestas recientes indican que el SPD podría ocupar el tercer lugar en las elecciones de febrero, quedando detrás de la CDU/CSU y de la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD).
En una conferencia de prensa en Hamburgo, el líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, pidió un «cambio fundamental» y prometió establecer un «gobierno que deje de discutir», en alusión a las disputas públicas entre los socios de la coalición de Scholz.
También el sábado, la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) celebró un acto de campaña que generó protestas de miles de manifestantes. El partido nominó formalmente a la colíder Alice Weidel como su candidata a canciller.
sdi/lo (AP, dpa, Reuters)