Gesma, de catorce años, huyó de la región de Darfur de Sudán, después de que las milicias armadas mataron a sus padres y su hermano, dejándola cuidar a sus hermanos menores. Ahora viviendo en un campo de refugiados en Chad, trabaja largas horas para mantener a su familia alimentada, una realidad enfrentada por muchos niños desplazados por la brutal violencia en Darfur. Henry Wilkins informa.