López Obrador ha dependido casi exclusivamente de empresas estatales como las que dominaron la economía de México en la década de 1970, la mayoría de las cuales fueron vendidas por sus predecesores.
Algunos los ha creado recientemente, como la compañía minera del gobierno a la que le dio el monopolio de los depósitos de litio con la esperanza de aprovechar el auge de los automóviles eléctricos en EE. UU., promocionando sus reservas del componente clave de la batería. Pero la compañía no tiene experiencia en la producción o refinación de litio y aún no ha removido una palada de tierra.
El presidente también quiere reactivar algunas empresas estatales, como un pequeño banco estatal para el que prevé construir miles de sucursales, y Mexicana, la extinta aerolínea estatal. En otros lugares, los países se están alejando de tales empresas de consumo nacionalizadas.
Quizás menos controvertido es el programa “Internet para todos” de López Obrador. Si bien las empresas de telecomunicaciones privadas y extranjeras de México ya ofrecen cobertura en aproximadamente el 85% del territorio mexicano, los ciudadanos más pobres de México viven en comunidades tan pequeñas o remotas que no es rentable atenderlos.
López Obrador encomendó la tarea a la empresa eléctrica estatal, que no tiene experiencia en el campo, y a una pequeña empresa de telecomunicaciones con problemas de liquidez que el gobierno rescató y se hizo cargo.
Gerardo Flores Ramírez, del grupo de expertos mexicano Instituto de Derecho de las Telecomunicaciones, señala que a pesar de gastar casi $900 millones de 2020 a 2023, el sistema gubernamental tiene una cobertura de solo alrededor del 70 % del país y no alcanzará ni siquiera las modestas metas reducidas del 92 %. hasta 2028.
“No van a cumplir las metas”, concluyó Flores Ramírez.
Fuente: OEM
El cargo A excepción de México, la mayoría de los países se están alejando de las empresas de consumo nacionalizadas apareció por primera vez en Diario de México.