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Al menos 10 soldados murieron en la reanudación de los combates en Yemen, dijeron fuentes militares a la AFP, a pesar de los esfuerzos diplomáticos para detener la prolongada guerra en el país más pobre del mundo árabe.
Los enfrentamientos tuvieron lugar en la provincia productora de petróleo de Marib, uno de los principales campos de batalla y escenario de combates esporádicos incluso durante una pausa en las hostilidades durante el año pasado.
Los rebeldes hutíes respaldados por Irán atacaron una zona montañosa y se han involucrado en una acumulación de fuerzas en la región, dijeron a la AFP dos fuentes militares.
“Los huzíes lanzaron un ataque en las colinas que dominan el distrito de Harib, al sur de Marib, y avanzaron en ese frente, provocando el desplazamiento de decenas de familias”, dijo una de las fuentes, que habló bajo condición de anonimato.
«Al menos 10 soldados murieron, además de un número desconocido de atacantes», agregó la fuente. Los detalles del enfrentamiento fueron confirmados por un segundo oficial militar.
La lucha se produce un mes después de que al menos cuatro soldados murieran en el mismo distrito, y genera un nuevo optimismo después de que Arabia Saudita e Irán, que respaldan a bandos opuestos en lo que equivale a una guerra de poder, acordaron restablecer los lazos diplomáticos.
>> La distensión entre Irán y Arabia Saudita genera esperanzas de pasos hacia la paz en Yemen
Esta semana se acordó un intercambio de cientos de prisioneros y Hans Grundberg, enviado especial del secretario general de la ONU para Yemen, dijo que se están realizando «intensos esfuerzos diplomáticos» para lograr un acuerdo de paz.
Los hutíes tomaron el control de la capital de Yemen, Sanaa, en 2014, lo que provocó una intervención militar liderada por Arabia Saudita al año siguiente y combates que dejaron cientos de miles de muertos, por causas directas e indirectas, y desencadenaron una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Pero un alto el fuego negociado por la ONU que entró en vigor en abril pasado provocó una fuerte reducción de las hostilidades y, aunque la tregua expiró en octubre, la lucha se ha mantenido en gran medida en suspenso.
El lunes, después de conversaciones en Suiza, los hutíes y el gobierno internacionalmente reconocido de Yemen acordaron intercambiar 887 prisioneros, 181 recluidos en prisiones hutíes y 706 rebeldes.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad la semana pasada, funcionarios de la ONU dijeron que la distensión entre Arabia Saudita e Irán, bienvenida tanto por los hutíes como por el gobierno yemení, debería impulsar la paz.
Sin embargo, es poco probable que resuelva todos los problemas de Yemen. La influencia de las dos potencias regionales es solo una dimensión de un conflicto complejo en un país fracturado en líneas confesionales, regionales y políticas, advierten los analistas.
(AFP)