Un alto funcionario de la ONU en Yemen rechazó las acusaciones de que el aeropuerto de Saná, que fue blanco de un ataque aéreo israelí el jueves, tenga algún propósito militar. Julien Harneis y su equipo se encontraban en el aeropuerto cuando los ataques alcanzaron a unos 300 metros de ellos, destruyendo el centro de control de tráfico aéreo, matando al personal que allí trabajaba e hiriendo a un miembro de la tripulación de la ONU.
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