El programa espacial de Australia está apuntando a las estrellas con un vehículo lunar para avanzar en las esperanzas de un hábitat humano en la Luna.
Los australianos han elegido Roo-ver como nombre para el vehículo lunar, ya que la Agencia Espacial Australiana se propone producir un rover semiautónomo de fabricación local como parte del programa Artemis de la NASA a finales de esta década.
Los científicos de la NASA intentarán extraer oxígeno del suelo que Roo-ver recupera en la Luna, lo que podría ser un gran paso hacia una presencia humana sostenible.
Con un peso de unos 20 kg y aproximadamente el tamaño de una maleta de facturación, es probable que el rover aterrice en la región del Polo Sur de la Luna y funcione durante quince días, o aproximadamente medio día lunar.
Dos consorcios australianos están trabajando en los prototipos Roo-ver entre los que elegirá la agencia espacial para el vehículo de misión a la Luna.
El programa espacial de Australia apunta a las estrellas con un vehículo lunar (en la foto) para avanzar en las esperanzas de un hábitat humano en la Luna.
Con un peso de unos 20 kg y aproximadamente el tamaño de una maleta de facturación, es probable que el rover aterrice en la región del Polo Sur de la Luna (en la foto) y funcione durante quince días.
El jefe de la Agencia Espacial Australiana, Enrico Palermo, dijo que la misión proporcionará a la nación una importante experiencia y nuevas habilidades técnicas que pueden utilizarse para mejorar las industrias en la Tierra.
«Invertir en misiones como esta eleva a toda nuestra nación: fortalece nuestra economía y hace que las industrias sean más avanzadas, eleva nuestra posición en el escenario global y mantiene aquí a nuestros talentos más brillantes», afirmó.
«No se puede subestimar el valor de lo que está sucediendo incluso antes de que lleguemos a la Luna».
La agencia espacial también anunciará una inyección de financiación de 1 millón de dólares para que dos empresas espaciales australianas desarrollen células solares más eficientes para alimentar satélites y sistemas de propulsión innovadores para satélites pequeños.
Los proyectos ayudarán a abordar el cambio climático y la transición a una economía neta cero, al tiempo que impulsarán la productividad a través de la innovación, dijo Palermo.
«Estos proyectos no sólo tienen el potencial de apoyar futuras misiones espaciales globales, sino que también tienen aplicaciones que pueden regresar a la Tierra para ayudarnos a responder a algunos de nuestros mayores desafíos, como el cambio climático».
La Agencia Espacial Australiana anunció su último vehículo en un tweet (en la foto)