Las universidades australianas han advertido de pérdidas masivas de empleos si el gobierno actúa demasiado rápido para imponer límites al número de estudiantes internacionales, y un organismo del sector calificó la política propuesta como una “extralimitación ministerial” sin precedentes.
El gobierno australiano está llevando a cabo consultas sobre un plan para limitar la cantidad de estudiantes internacionales que las universidades nacionales pueden aceptar. La política tiene como objetivo abordar las preocupaciones de la comunidad sobre las altas cifras de migración posteriores al COVID-19 que están agravando la escasez nacional de viviendas, así como algunas preguntas sobre la calidad del servicio que brindan las instituciones terciarias de Australia.
Sin embargo, en una acalorada audiencia del Senado sobre las nuevas leyes, el director ejecutivo de Universidades Australia, Luke Sheehy, dijo que la política podría llevar a la pérdida de 14.000 empleos en el sector y costarle a la economía hasta 4.300 millones de dólares australianos (2.800 millones de dólares).
“El sector es nuestro segundo producto de exportación más importante, después de la minería, y representa un valor de casi 50.000 millones de dólares australianos para nuestra economía y sustenta unos 250.000 puestos de trabajo”, afirmó Sheehy en una declaración al comité en Canberra el martes. “Ningún otro sector de exportación importante recibe el mismo trato que la educación internacional en estos momentos”.
El gobierno anunció inicialmente planes para limitar el número de estudiantes internacionales en el presupuesto federal de 2024, lo que se produjo después de meses de esfuerzos por parte de la entonces ministra del Interior, Clare O’Neil, para controlar el fraude relacionado con las visas de corto plazo y de estudiantes.
En julio, Australia anunció que aumentaría las tarifas de solicitud de visa para estudiantes internacionales en un 125 por ciento, lo que elevaría el costo total a 1.600 dólares australianos por solicitud.
Los detalles finales de la política aún están por confirmar, y se espera que una investigación parlamentaria sobre la legislación propuesta presente su informe antes del 15 de agosto. Se espera que los límites entren en vigor el 1 de enero de 2025.
Andrew Norton, experto en educación superior de la Universidad Nacional de Australia, dijo en un nuevo informe publicado este mes que sería mejor para el gobierno esperar y ver los efectos de sus reformas políticas ya implementadas antes de tomar medidas más severas contra los estudiantes internacionales.
“Si sigue su trayectoria actual, el gobierno causará mucho más daño del necesario para alcanzar sus objetivos políticos. Su maltrato a las personas que esperan estudiar en Australia dañará la reputación del país”, afirmó Norton en un artículo publicado en el Centro de Migración de la ANU.