El luchador de artes marciales mixtas le arrebata la corona de peso welter de la UFC al campeón defensor Leon Edwards.
Belal Muhammad ha hecho historia al convertirse en el primer luchador de artes marciales mixtas de origen palestino en ganar un título de la UFC, arrebatándole la corona de peso welter al campeón inglés Leon Edwards.
El peleador estadounidense de 36 años nacido en Chicago e hijo de dos inmigrantes palestinos, obtuvo una victoria por decisión unánime en cinco asaltos (48-47, 48-47, 49-46) en el combate UFC 304 del sábado.
Con el rostro ensangrentado, Muhammad (24-3) cayó de rodillas momentos después de permanecer invicto en su undécima pelea consecutiva y tener el cinturón del campeonato envuelto alrededor de su cintura. No ha perdido desde 2019.
“No se trata sólo de mí, se trata de ellos. [Palestinians and the people in Gaza]» por lo que está luchando, dijo Muhammad antes de su pelea en Manchester, Inglaterra.
También ondeó con orgullo la bandera palestina mientras promocionaba el partido del sábado y criticaba la guerra israelí en Gaza.
Muhammad y Edwards pelearon sin resultado en 2021, un resultado insatisfactorio que provocó rachas ganadoras para ambos peleadores.
Edwards consiguió cuatro victorias consecutivas, mientras que Muhammad ganó cinco seguidas.
En 2022, Edwards (22-4) derrotó a Kamaru Usman para ganar el cinturón y tuvo dos exitosas defensas del título, antes de enfrentarse a Muhammad el sábado.
‘Nosotros existimos’
Muhammad ha resaltado constantemente su origen palestino, utilizando Dammi Falesteeni (Mi sangre es Palestina) del ganador de Arab Idol, Mohammed Assaf, como su canción de salida.
En 2021, los medios de comunicación citaron a Muhammad diciendo que, como luchador de renombre mundial, tenía «una voz para los que no la tenían».
“No hay muchos atletas palestinos que tengan un escenario o una plataforma donde puedan llevar la bandera. Y ahora, especialmente en estos tiempos, necesito llevar esa bandera más alto que nunca. Para mostrarle al mundo que existimos, que somos un país y que hay gente real allí.
“Ahora tengo voz para la gente que no la tiene, para la gente que el mundo quiere que olvidemos. Así que, si sigo arrojando luz sobre eso, levantando su moral, levantando sus corazones, voy a hacer todo lo que pueda”.