El token más grande ha subido aproximadamente un 30 por ciento desde las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre y alcanzó un máximo histórico de 89.599 dólares a primera hora del martes. Luego, la subida se moderó, dejando la criptomoneda en 87.800 dólares a las 8.27 a. m. en Hong Kong.
Trump ha prometido reglas criptográficas más amigables y su Partido Republicano está fortaleciendo su control sobre el Congreso para impulsar su agenda. Otras promesas incluyen la creación de una reserva estratégica de bitcoins en EE. UU. y el impulso de la minería nacional del token.
Su postura supone una marcada ruptura con la represión de la divisiva industria por parte de la Comisión de Bolsa y Valores durante la administración del presidente Joe Biden. El cambio ha impulsado la compra especulativa de tokens grandes y pequeños por igual, elevando el valor de los activos digitales a alrededor de 3,1 billones de dólares, según muestran los datos de CoinGecko.
Bitcoin está en «modo bestia», escribió en una nota Chris Weston, jefe de investigación de Pepperstone Group. «La pregunta para los operadores que aún no se han planteado es si todavía hay espacio para perseguir esta jugada candente o esperar a un ligero retroceso y a que parte del calor salga de la tendencia impulsiva».