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Bolivia continúa su tenaz lucha contra los incendios forestales

Bolivia continúa su tenaz lucha contra los incendios forestales

La vida silvestre se desvanece en medio de los incendios forestales que están consumiendo miles de hectáreas de bosques y pastizales en Bolivia, como el de un orín o un pequeño venado, que los bomberos encontraron carbonizado en medio de un paisaje árido donde sólo quedan cenizas.

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Los bomberos forestales trabajan durante varias horas para evitar que las llamas avancen y se lleven más vidas animales, especialmente en zonas protegidas. En la región oriental de Santa Cruz, uno de los tres departamentos con incendios activos, inician su jornada de trabajo muy temprano, caminando varios kilómetros para llegar al incendio.

Los bomberos encuentran osos hormigueros o tapires, zorros y otros animales; algunos se acercan a los humanos en busca de un poco de agua. A veces, sólo descubren cadáveres carbonizados de animales, situación que se ha vuelto común. «Lo que estamos viendo es bastante desastroso», dijo René Velásquez, vicegobernador de la provincia de Ñuflo de Chávez.

Los bomberos llevan picos, cascos y algo de comida. En ocasiones, la situación se complica porque los vientos soplan fuertes y las llamas avanzan hasta un kilómetro por hora, dijo el bombero Jorge Adriazola.

El texto dice: «No vamos a escatimar esfuerzos ni recursos para combatir los incendios y atender a nuestras familias afectadas. Hoy, en su primer día de activación, el Comando de Incidentes reforzó su trabajo en Beni y el norte de La Paz, acercando «Cuatro toneladas de ayuda humanitaria, entre alimentos, suministros, herramientas y combustible para movilizar a los bomberos que luchan contra el incendio».

En ocasiones, el fuego avanza más rápido que los bomberos, quienes deben estar alerta para no quedar «atrapados» en medio de las llamas ni abrir caminos en el bosque para llegar a los incendios. También emplean una técnica conocida como «revolcado», que consiste en utilizar maquinaria pesada para despejar el terreno y así detener el fuego.

El vicegobernador mencionó que llevan 35 días trabajando mitigando alrededor de 40 kilómetros de línea de fuego. A pesar de los esfuerzos por contener los incendios, parece que alguien utiliza un avión para reavivarlos, obligándolos a regresar a la zona.

Lo más preocupante para Velásquez es que los incendios «importantes» se dan en áreas protegidas, como la reserva municipal de Copaibo, donde ni siquiera hay caminos. Esto también ocurre en el área protegida municipal de Bajo Paragua, ubicada en el municipio de San Ignacio de Velasco, y en el Parque Nacional Noel Kempff Mercado.

«Estamos bastante preocupados porque parece que hay una intención de destruir bosques», denunció Velásquez.

Actualmente, en Santa Cruz hay 13 incendios activos en al menos ocho municipios, con 2.327 focos de calor detectados. Además, se queman 300.000 hectáreas, de las cuales 197.000 eran áreas protegidas. También se reportan incendios en poblaciones cercanas al Parque Nacional Madidi, ubicado en el noroeste de Bolivia, una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo.

Recientemente, el departamento de Beni declaró el estado de emergencia por los incendios, mientras que el gobierno creó un Comando de Incidentes y puso en marcha un sistema de seguimiento de incendios forestales.

Ante esta situación, varias organizaciones ambientalistas han pedido la derogación de la normativa que ha autorizado en los últimos años las quemas controladas o ‘chaqueos’, practicadas en el campo para preparar el terreno para la siembra.

El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, también se mostró sorprendido al señalar que cuando se apaga el fuego, «otros se encargan de prenderle fuego» en un «círculo vicioso».



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Written by Redacción NM

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