El Burkina Faso militarmente congeló «bienes y recursos» de más de 100 personas, entre ellas el ex presidente Paul-Henri Sandaogo Damiba, y dos grupos yihadistas por «financiar el terrorismo», según un decreto enviado a la AFP el jueves.
La decisión afecta a 113 personas y a dos «organizaciones terroristas»: el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM) y el Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGS), según el documento, fechado el martes y firmado por el ministro de Finanzas, Aboubacar Nacanabo.
Entre las personas citadas se encontraba el ex presidente teniente coronel Damiba, que actualmente se encuentra exiliado en Togo.
Damiba fue derrocado tras tomar el poder en un golpe de estado en enero de 2022 contra el presidente electo Roch Marc Christian Kabore.
Poco más de ocho meses después, el propio Damiba fue derrocado por el capitán Ibrahim Traore, de 34 años, que ahora encabeza el régimen de la nación del Sahel.
Damiba fue expulsado del ejército a finales de octubre junto con unos 15 oficiales, por presuntos actos de divulgación de «inteligencia con una potencia extranjera» y «grupos terroristas destinados a desestabilizar Burkina Faso».
El régimen también congeló los bienes del difunto ex comandante de las fuerzas especiales de Burkina Faso Ahmed Kinda, a quien las autoridades describieron anteriormente como el «jefe» de «operaciones de desestabilización» que supuestamente involucraban a oficiales expulsados.
En la orden ministerial también figuran el ex segundo al mando de los servicios de inteligencia, el comandante Sekou Ouedraogo, así como los ex ministros exiliados, el general Djibril Bassole, y Alpha Barry, fundador del grupo de prensa Omega Media.
A decenas de personas más, todos ciudadanos burkineses, incluidos algunos que actualmente cumplen penas de prisión, también se les confiscaron sus finanzas por acusaciones de «conspiración criminal terrorista», «asesinatos terroristas» y «posesión ilegal de armas de fuego».
Burkina Faso también prohibió a 113 personas viajar mientras sus activos y recursos económicos permanezcan congelados, escribió el ministro.
Desde 2015, la violencia atribuida a grupos armados afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico se ha cobrado más de 26.000 vidas en Burkina Faso, incluidas más de 13.500 desde el golpe de septiembre de 2022.
Más de dos millones de personas también se han visto obligadas a huir de sus hogares dentro del país.