La Comunidad Económica de Estados de África Occidental espera aprovechar este tiempo para convencer a las tres naciones de permanecer en el bloque.
Burkina Faso, Mali y Níger tendrán un período de gracia de seis meses tras su salida de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), prevista para el 29 de enero, un año después de que los países anunciaran sus intenciones de salir.
La decisión, alcanzada en una cumbre del principal grupo político y económico de África Occidental este fin de semana en la capital de Nigeria, Abuja, fue vista como un último esfuerzo para disuadir a los tres países de abandonarlo, una medida que el bloque hasta ahora no ha podido detener. . Burkina Faso, Malí y Níger reafirmaron que su decisión de irse es “irreversible”.
Los tres países, ubicados en la región central del Sahel devastada por la insurgencia, han formado su propio grupo llamado Alianza de Estados del Sahel (AES). La nueva fecha efectiva de salida se ha ampliado ahora hasta el 29 de julio, aunque el 29 de enero seguirá siendo la fecha oficial de retirada. El bloque espera utilizar el período de transición de seis meses para convencer a los países de que regresen.
El sábado, las tres naciones declararon que sus territorios permanecerían libres de visa para todos los ciudadanos de la CEDEAO después de la salida. Esta medida ha aliviado las preocupaciones de que su salida pueda amenazar el libre comercio y movimiento de los 400 millones de personas que viven en la región.
Entre los que asistieron a la cumbre se encontraba el presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, quien ha servido como mediador entre el bloque de 15 miembros y los tres países que abandonarán el bloque.
El presidente senegalés, que fue designado para liderar las negociaciones en julio, dijo que estaba «haciendo progresos» en las conversaciones con los tres países y añadió que no había razón para que no mantuvieran relaciones en medio de las preocupaciones de seguridad en la región, donde al- Qaeda e ISIL (ISIS) han ganado terreno.
La retirada de Burkina Faso, Malí y Níger de la CEDEAO marcaría la culminación de un período tumultuoso para el Sahel, donde una serie de golpes de estado desde 2020 han llevado al poder a autoridades militares. Los nuevos gobiernos han fomentado vínculos más estrechos con Rusia a expensas de su antiguo gobernante colonial, Francia, y otros antiguos aliados de la región y más allá.