Canadá impuso sanciones a ocho antiguos y actuales altos funcionarios chinos el martes, citando supuestas violaciones de derechos humanos lideradas por el Estado en la región de Xinjiang, el Tíbet y contra los seguidores de Falun Gong.
«Canadá está profundamente preocupada por los informes de que China ha detenido arbitrariamente a más de 1 millón de personas en Xinjiang desde 2017, muchas de las cuales fueron retenidas en campos y enfrentaron violencia psicológica, física y sexual», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Un informe de 2022 del entonces jefe de derechos humanos de la ONU dijo que el trato que China da a los uigures, una minoría étnica principalmente musulmana en Xinjiang, en el extremo occidental del país, podría constituir crímenes contra la humanidad. Beijing niega las acusaciones.
Los objetivos de Canadá incluyen a Chen Quanguo, exjefe del Partido Comunista en la región de Xinjiang, y a Wu Yingjie, jefe del Partido Comunista en el Tíbet entre 2016 y 2021.
La acción impone una congelación de activos a los funcionarios objetivo al prohibir a los canadienses participar en actividades relacionadas con la propiedad o proporcionar servicios financieros.
«Pedimos al gobierno chino que ponga fin a esta campaña sistemática de represión y cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos», dijo la ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, en el comunicado.