El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, dijo este miércoles que luego de una ardua jornada de negociaciones se acordó pagarles sus beneficios a más tardar en agosto.
El miércoles, las trabajadoras de preparación de alimentos en el sistema escolar de Chile comenzaron a regresar a trabajar luego de llegar a un acuerdo sobre el pago de beneficios atrasados.
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En febrero pasado, la empresa Las Lagunas dejó de prestar servicios a la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) y despidió a más de 4 mil 500 empleados, quienes estaban encargados de preparar refrigerios y comidas para los estudiantes.
Todos ellos fueron contratados por otra empresa para realizar el mismo trabajo, y Las Lagunas se comprometió a pagarles su indemnización en dos partes, la primera en marzo, lo cual se cumplió, y la otra en julio, que aún está pendiente.
Ante las dificultades para conseguir esos recursos, equivalentes a unos 1.600 dólares, iniciaron un paro laboral y el día anterior marcharon por la Avenida de La Alameda, que pasaba frente al Palacio de La Moneda y finalizaba en la Junaeb.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, dijo este miércoles que luego de una ardua jornada de negociaciones se acordó pagarles sus beneficios a más tardar en agosto.
Los fondos, dijo, saldrán del depósito de garantía que hizo la empresa al recibir la concesión.
Tras lamentar lo ocurrido, el funcionario señaló que se están tomando medidas para evitar este tipo de problemas en el futuro.
“Hoy en día hay ocho empresas que ofrecen comidas escolares en el mismo territorio donde antes sólo había una”, explicó Cataldo.
Agregó la voluntad de modernizar el funcionamiento de la Junaeb, entidad creada hace 60 años y necesitada de una actualización estructural y legislativa.
El Programa de Alimentación Escolar de Chile proporciona desayuno, almuerzo, meriendas y cena, según corresponda, a estudiantes en desventaja social, económica, psicológica o biológica durante el año escolar y en todo el país.