Han pasado más de 20 años desde la última vez que voló el legendario Concorde, pero China podría ser quien proporcione su sucesor espiritual.
Una empresa con sede en Beijing llamada Space Transportation está trabajando en un avión supersónico que es incluso más rápido que el ‘Hijo de Concorde’ de la NASA.
En las pruebas, el motor del avión alcanzó Mach 4 o 3.045 mph (cuatro veces la velocidad del sonido) en altitudes de más de 65.600 pies, informa Poste matutino del sur de China.
Esto es dos veces más rápido que las velocidades máximas del extinto Concorde (Mach 2 o 1338 mph) y tres veces la del ‘Hijo del Concorde’ de la NASA (937 millas por hora).
«Este motor tiene un importante potencial comercial en el campo de los vuelos de alta velocidad en entornos cercanos al espacio», afirmó Space Transportation en un comunicado.
El exitoso vuelo de prueba es un hito clave para el desarrollo del avión civil supersónico Yunxing, que transportará pasajeros de Londres a Nueva York en menos de dos horas.
Space Transportation pretende tener el avión listo para su primer vuelo en 2027 y el primer vuelo comercial de transporte punto a punto de alta velocidad que tendrá lugar en 2030.
Los pasajeros de Yunxing estarán lo suficientemente altos como para ver la curvatura de la Tierra, donde el horizonte es una ligera curva en lugar de una línea recta, normalmente vista desde 50.000 pies.
El avión alcanzó Mach 4 o 3.045 mph (cuatro veces la velocidad del sonido) a altitudes de más de 65.600 pies.
Llamado Jindouyun, el motor a reacción alcanzó Mach 4 o 3.045 mph (cuatro veces la velocidad del sonido) a altitudes de más de 65.600 pies.
Jindouyun, o JinDou400, lleva el nombre de la «nube de salto mortal» utilizada por el Rey Mono en la novela clásica china «Viaje al Oeste».
El martes (17 de diciembre) completó su vuelo de prueba en el noroeste de China, informa Tiempos globalesel tabloide diario propiedad del Partido Comunista Chino.
Jindouyun es un ‘ramjet’, un tipo de motor a reacción que ‘respira aire’ y que utiliza el movimiento hacia adelante del motor para comprimir el aire entrante.
Los motores Ramjet queman oxígeno directamente de la atmósfera, en lugar de necesitar transportar su propio suministro, lo que los convierte en una opción de bajo costo y alta potencia.
«Este vuelo de prueba proporcionó datos clave sobre el rendimiento del motor, validando sistemas críticos, incluidos el suministro de combustible, los sistemas eléctricos y de control», dijo la empresa.
«También confirmó la estabilidad y fiabilidad del motor, marcando un hito importante en su desarrollo desde un prototipo hasta un producto completamente funcional».
El motor Jindouyun, que impulsa el avión Yunxing, podría marcar el comienzo de una nueva era de viajes ultrarrápidos de pasajeros tanto para viajeros diarios como para turistas.
Las imágenes promocionales sugieren que el Yunxing será una embarcación elegante y futurista, más parecida a algo de Thunderbirds que a lo que estamos acostumbrados a ver en los aeropuertos.
El exitoso vuelo de prueba es un hito clave para el desarrollo del avión civil supersónico Yunxing, que transportará pasajeros de Londres a Nueva York en menos de dos horas.
El motor Jindouyun, que impulsa el avión Yunxing, podría marcar el comienzo de una nueva era de viajes de pasajeros ultrarrápidos tanto para viajeros diarios como para turistas.
Space Transportation pretende tener el avión listo para su primer vuelo en 2027 y el primer vuelo comercial de transporte punto a punto de alta velocidad que tendrá lugar en 2030. En la foto, la promoción de la empresa
Yunxing es ahora un serio rival para la NASA en la carrera por llevar pasajeros de pago a bordo de un avión supersónico por primera vez desde el Concorde.
El avión estará fabricado con materiales compuestos livianos y de alta resistencia, diseñados para soportar un calentamiento aerodinámico extremo mientras viaja a Mach 4.
A diferencia de los aviones tradicionales que aumentan la velocidad horizontalmente para el despegue, Yunxing realizará despegues y aterrizajes verticales, lo que le permitirá ascender y descender en espacios más reducidos.
Esto significa que no tendrá que utilizar pistas convencionales en los aeropuertos actuales, sino que potencialmente operará desde instalaciones aeroportuarias urbanas más pequeñas.
Yunxing es ahora un serio rival de la NASA en la carrera por llevar pasajeros de pago a bordo de un avión supersónico por primera vez desde el Concorde.
Después de años de anticipación, la NASA finalmente presentó su avión supersónico X-59, apodado extraoficialmente ‘Hijo de Concorde’, en enero.
Desarrollado para la NASA por Lockheed Martin, el avión X-59 de 247,5 millones de dólares es capaz de volar a 937 millas por hora, más rápido que la velocidad del sonido, pero no cerca de Mach 4.
Sin embargo, debido a sus velocidades supersónicas más modestas, el X-59 puede ser un competidor más realista para el transporte de pasajeros en el corto plazo en comparación con otros vehículos experimentales en desarrollo.
Si se autoriza para viajes comerciales, podría ser utilizado por operadores de vuelos y llevar pasajeros de Londres a Nueva York en menos de cuatro horas, reduciendo aún así el tiempo de viaje actual a la mitad.
La nariz delgada y cónica del X-59 representa casi un tercio de su longitud y romperá las ondas de choque que normalmente provocarían un avión supersónico provocando un estampido sónico.
Mientras tanto, otra empresa estadounidense llamada Boom Supersonic está trabajando en su propia nave supersónica, llamada Overture, que contempla vuelos comerciales de pasajeros en 2029.
El año pasado, un prototipo reducido de Overture, llamado XB-1 Baby Boom, completó «hitos clave» durante las pruebas a medida que avanzaba hacia su primer vuelo.
En cuanto al Concorde, la legendaria creación anglo-francesa realizó sus primeros vuelos comerciales en 1976, pero quedó en tierra en octubre de 2003 tras el catastrófico accidente del vuelo 4590 de Air France.
Otras razones de la desaparición del Concorde fueron los altos costos del combustible, la preocupación por su ruido y la preferencia por tarifas más bajas que por la velocidad.
Desde entonces, ningún gobierno o fabricante ha podido construir un avión comercial que pueda viajar más rápido que la velocidad del sonido.