China ha renovado sus promesas financieras a las naciones africanas –a pesar de que su economía se tambalea y la fricción geopolítica con Occidente empeora–, en una medida que, según los analistas, muestra que el país no permitirá que los conflictos internos interrumpan la consecución de sus objetivos en la región.
Las nuevas promesas llegan en un momento en que China está intentando reestructurar sus inversiones y préstamos en el exterior mientras continúa posicionándose como un líder global con un compromiso diplomático con los países en desarrollo.
“El FOCAC sugiere [China] “China no sólo quiere mantener relaciones con los países africanos, sino mejorarlas, tanto política como económicamente”, dijo Hannah Ryder, directora ejecutiva de la consultora Development Reimagined, con sede en Beijing.