SINGAPUR: El tribunal superior de China ha prometido tomar medidas enérgicas contra las grabaciones ilícitas y el uso y venta ilegal de equipos de grabación ocultos después de que se informaran casos de voyerismo en habitaciones de hotel y casas de huéspedes en todo el país.
En un comunicado emitido el miércoles (11 de diciembre), el Tribunal Popular Supremo compartió detalles sobre cuatro casos de voyerismo, dos de los cuales tuvieron lugar en hoteles y casas de huéspedes.
«En los últimos años, ha habido casos de voyerismo de vez en cuando, lo que ha causado una preocupación generalizada en la sociedad», dijo el tribunal.
En un caso que involucró a cinco sospechosos, se instalaron cámaras ocultas en varias habitaciones de hotel y casas de huéspedes entre abril de 2021 y enero de 2022, y se utilizaron para filmar a los huéspedes que realizaban actividades sexuales.
Las imágenes se vendieron a través de aplicaciones de mensajería instantánea y los perpetradores obtuvieron una “ganancia total” de más de 290.000 yuanes (39.930 dólares estadounidenses), dijo el tribunal.
Uno de los sospechosos, identificado por su apellido Shi, fue el principal responsable de instalar las cámaras ocultas en las propiedades. Contó con la ayuda de otras cuatro personas, que le proporcionaron cuentas bancarias para recaudar el dinero obtenido de las ventas de vídeos en línea.
Shi también procesó y vendió las imágenes, dijo el tribunal.
El caso se escuchó por primera vez en el Tribunal Popular del Distrito de Wuxing en la ciudad de Huzhou, parte de la provincia oriental de Zhejiang. Los fiscales dijeron que las acciones de los sospechosos de utilizar cámaras ocultas para filmar en secreto actividades sexuales y luego vender las imágenes con fines de lucro habían «constituido el delito de fabricar y vender materiales obscenos con fines de lucro».
Shi jugó un papel importante y fue el «principal delincuente», dijeron los fiscales, y agregaron que los otros acusados eran cómplices y deberían recibir sentencias más leves o mitigadas.
Los cinco hombres habían confesado sus crímenes después de ser arrestados y «se declararon culpables voluntariamente», dijo el tribunal, condenándolos a penas fijas de prisión de hasta 10 años y multas que oscilaban entre 10.000 y 300.000 yuanes.