VIGILIAS A LA LUZ DE LAS VELAS Y DEL TREN
Indonesia sufrió el mayor número de muertos, con más de 160.000 personas asesinadas a lo largo de su costa occidental.
«Espero que nunca más volvamos a vivir algo así», dijo Nilawati, una ama de casa indonesia de 60 años que perdió a su hijo y a su madre en la tragedia y que asistía a las ceremonias del jueves.
«Aprendí la devastación de perder a un hijo, un dolor que no puedo explicar con palabras. Se siente como si hubiera sucedido ayer. Cada vez que lo recuerdo, siento como si toda la sangre saliera de mi cuerpo».
El desastre también puso fin a un conflicto separatista de décadas en Aceh, y menos de un año después se alcanzó un acuerdo de paz entre los rebeldes y Yakarta.
En Sri Lanka, donde murieron más de 35.000 personas, los supervivientes y sus familiares se reunirían para recordar a unas 1.000 víctimas que murieron cuando las olas descarrilaron un tren de pasajeros.
Los dolientes abordarán el restaurado Ocean Queen Express y se dirigirán a Peraliya, el lugar exacto donde fue arrancado de las vías, a unos 90 kilómetros al sur de Colombo.
Allí se llevará a cabo una breve ceremonia religiosa con los familiares de los muertos, mientras que también se organizarán ceremonias budistas, hindúes, cristianas y musulmanas para conmemorar a las víctimas en toda la nación insular del sur de Asia.
En Tailandia, donde la mitad de los más de 5.000 muertos eran turistas extranjeros, se esperaba que una ceremonia conmemorativa del gobierno acompañara a vigilias no oficiales.
En un hotel de la provincia de Phang Nga se realizará una exposición sobre tsunamis, una proyección de documentales y presentaciones del gobierno y de organismos de la ONU sobre preparación para desastres y medidas de resiliencia.
Casi 300 personas murieron en lugares tan lejanos como Somalia, así como más de 100 en las Maldivas y decenas en Malasia y Myanmar.
«Mis hijos, mi esposa, mi padre, mi madre y todos mis hermanos fueron arrastrados», dijo el superviviente y pescador indonesio Baharuddin Zainun, de 70 años.
«Otros también sintieron la misma tragedia. Nosotros sentimos los mismos sentimientos».