Si bien tanto China como Estados Unidos, las dos potencias militares más grandes del mundo, continúan dando prioridad a los aviones de combate tradicionales en la carrera por la superioridad aérea, ambos países también han redoblado su apuesta por los vehículos aéreos no tripulados.
Sin embargo, los enfoques estratégicos de los dos rivales son diferentes, y el uso innovador de China de drones producidos en masa parece estar cerrando rápidamente brechas en tecnologías y capacidades, según los analistas.
«China ahora enfatiza la producción en masa y la asequibilidad, haciendo de los drones un elemento clave en la guerra asimétrica… La inversión de China en autonomía impulsada por IA y tecnologías de enjambre refleja su objetivo de abrumar a los adversarios con cantidad y casos de uso innovadores», dijo Michael Raska, profesor asistente en el Programa de Transformaciones Militares de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.
Si bien China ha estado explotando las capacidades asimétricas de los drones para contrarrestar el poder aéreo estadounidense, los analistas dijeron que Estados Unidos ha invertido más en drones versátiles y de alta gama como parte de su estrategia de guerra centrada en la red.
«El enfoque estadounidense a menudo integra los drones en una estrategia de guerra más amplia centrada en la red, aprovechando capacidades superiores de integración de sensores y de intercambio de datos», dijo Raska.