La organización de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) afirma que el impacto del cambio climático está teniendo efectos devastadores en sus trabajadores
Una importante organización benéfica humanitaria ha revelado cómo el cambio climático está asestando un “doble golpe” a los intentos de ayuda para salvar vidas, ya que simultáneamente multiplica los riesgos para la salud y hace que las intervenciones humanitarias sean más difíciles y complejas de implementar.
En un nuevo informe, Médicos Sin Fronteras (MSF) revela cómo los trabajadores humanitarios y las comunidades están logrando adaptarse a los numerosos y complejos desafíos del cambio climático.
Se sabe mucho sobre los efectos nocivos de la crisis climática sobre la salud humana, pero hasta ahora se ha prestado relativamente poca atención a los problemas que enfrentan los trabajadores humanitarios que ayudan a los que sufren.
El informe, titulado ‘Un clima hostil: cómo afrontar los retos de la prestación de ayuda en el contexto del cambio climático’, es una colaboración entre la Iniciativa de Acción Humanitaria para el Clima y el Medio Ambiente (HACE) de MSF y el Instituto de Salud Global de la Universidad de Heidelberg. Muestra los desafíos a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios de MSF, junto con los pacientes y las comunidades.
Los investigadores hablaron con 49 trabajadores humanitarios en 30 países diferentes alrededor del mundo y descubrieron cómo están experimentando y respondiendo a un entorno que cambia rápidamente.
En sus hallazgos, arrojan luz sobre el hecho de que diversos peligros climáticos, incluidos los cambios en la disponibilidad y calidad del agua, así como la escasez de alimentos, están inextricablemente vinculados con el calentamiento global y la rápida amplificación de las necesidades humanitarias.
¿Cómo afecta el cambio climático a las tareas de los trabajadores humanitarios?
MSF explica que el cambio climático está poniendo a prueba la capacidad de los trabajadores humanitarios para responder eficazmente a las comunidades en peligro por innumerables razones.
Algunas de las más importantes son la creación de obstáculos logísticos adicionales a la respuesta humanitaria, tanto por daños a la infraestructura como por interrupciones en la cadena de suministro, y también por la creación de condiciones que pueden ser peligrosas para la salud mental y física.
“En marzo [2022] había Ciclón Gombe “Aquí había grandes problemas a nivel comunitario”, explica un trabajador humanitario de MSF en Mozambique. “Algunas comunidades estaban aisladas y el equipo de MSF estaba confinado en un solo lugar… los puentes se habían derrumbado, así que no podíamos trasladar al equipo de una región a otra”.
El informe, sin embargo, revela que MSF está decidido a no permitir que el cambio climático sea un obstáculo para su importante labor, y la organización ya está haciendo grandes avances.
De hecho, los equipos de la organización benéfica en todo el mundo están empezando a adaptarse a la crisis junto con las comunidades en las que trabajan.
El informe revela las historias del personal humanitario y cómo están cambiando su modus operandi frente a la adversidad.
Pero ¿qué son estas alteraciones?
“Creo que tenemos la oportunidad de… perfeccionar nuestra forma de trabajar”, explica un trabajador humanitario de MSF de Suiza. Madagascar por ejemplo… hacer preparación electrónica basada en datos [emergency preparedness]…y vigilancia, no sólo de enfermedades infecciosas, sino de cosas como las precipitaciones o el rendimiento de los cultivos, y la inseguridad alimentaria y la malnutrición, en lugar de esperar a que los niños con desnutrición aguda grave empiecen a aparecer”.
Otros planes incluyen la concientización, la acción anticipatoria, el desarrollo de la resiliencia y el fomento de la colaboración.
“La respuesta no está a la altura de las necesidades”
Si bien es cierto que MSF se está adaptando a los numerosos problemas provocados por el cambio climático, el informe también revela que, en general, las medidas de adaptación siguen siendo bastante limitadas en escala y alcance dentro de MSF y en comunidades más amplias. Esto se debe en parte a la magnitud (actual y futura) del impacto de la crisis.
“Muchas comunidades y organizaciones siguen siendo vulnerables a los crecientes riesgos que presenta el cambio climático, porque la respuesta no está a la altura de las necesidades”, afirma Léo Lysandre Tremblay, responsable de la Iniciativa de Acción Humanitaria para el Clima y el Medio Ambiente (HACE) de MSF y coautor del informe.
“Esto subraya la importancia de adoptar medidas más ambiciosas para reducir el riesgo, aumentar la preparación y proteger a las personas y las comunidades de los impactos del cambio climático”, añade.
Un portavoz de MSF explica cómo se realizó el informe con el objetivo de comprender mejor cómo trabaja MSF. trabajadores humanitariosLos pacientes y las comunidades están experimentando y respondiendo al cambio climático, y para crear conciencia sobre las luchas que enfrentan tantas personas.
“MSF está compartiendo sus hallazgos con la esperanza de que ayuden a otras organizaciones a reflexionar sobre los impactos del cambio climático en la salud de sus prácticas y a identificar estrategias y acciones para minimizar los impactos de las amenazas a la salud relacionadas con el clima”, afirman.