El espacio es un área clave de cooperación para Japón con Estados Unidos, su aliado más cercano, en medio de crecientes tensiones con una China cada vez más asertiva, que aspira a convertirse en una potencia espacial.
Tokio ha dicho que espera poner a uno de sus astronautas en la superficie lunar, el primer no estadounidense en la segunda mitad de la década de 2020, como parte del programa Artemis de la NASA para devolver humanos a la luna.
Japón tiene un amplio programa espacial, centrado principalmente en el desarrollo de lanzadores y sondas espaciales. Pero no tiene un programa de vuelo humano y ha dependido de Estados Unidos y Rusia para llevar a sus astronautas al espacio. Más japoneses han visitado la Estación Espacial Internacional además de los ciudadanos de los Estados Unidos y Rusia.
Es probable que la cooperación espacial surja durante la reunión del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, según informó Kyodo News. Biden visitará Tokio esta semana como parte de su primer viaje a Asia desde que asumió el cargo.
Las ambiciones espaciales y la inversión de Japón son bien recibidas por Estados Unidos, ya que trata de mantenerse por delante de China en una posible nueva carrera espacial. Beijing planea completar su primera estación espacial a finales de este año.
La agencia espacial de Japón, JAXA, reabrió el año pasado el reclutamiento de astronautas por primera vez en más de una década para revivir su grupo de astronautas que envejecen.
Está previsto que Japón ayude a la Agencia Espacial Europea (ESA) a construir el principal módulo de hábitat del puesto avanzado lunar en órbita planificado por EE. UU., Gateway, que se utilizará en alunizajes.
Japón también construyó el módulo experimental Kibo en la Estación Espacial Internacional y sus pesados cohetes de lanzamiento han llevado al espacio misiones de reabastecimiento.
La industria aeroespacial de Japón fue desmantelada al final de la Segunda Guerra Mundial, pero ha fomentado su industria espacial a través de pesos pesados industriales como Mitsubishi Heavy Industries (7011.T) y Mitsubishi Electric (6503.T).
Los cohetes MHI lanzados desde el Centro Espacial Tanegashima frente a la isla suroccidental de Kyushu han entregado cargas útiles, incluidos los satélites Michibiki, que han reforzado el sistema de posicionamiento global (GPS) de EE. UU. en Asia.
El lanzamiento del nuevo cohete H3 desarrollado por MHI y JAXA se retrasó a principios de este año debido a problemas con el motor.
El crecimiento de la industria espacial privada de EE. UU. centrada en empresas como SpaceX de Elon Musk ha transformado el mercado de los servicios de lanzamiento.
Japón también tiene como objetivo cultivar su escena de inicio espacial con empresas que incluyen la empresa de eliminación de desechos espaciales Astroscale e Ispace, que está desarrollando módulos de aterrizaje y rovers para la exploración lunar.
El multimillonario Yusaku Maezawa se convirtió en el primer pasajero privado en visitar la ISS en más de una década después de su lanzamiento en un cohete Soyuz en diciembre.
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