Desde 1992, el 3 de diciembre ha sido reconocido como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, pero muchas siguen enfrentándose a la exclusión del mercado laboral.
En el número 26 de Calçada da Estrela, en el centro de Lisboa, José y Teresa, ambos con trastornos del espectro autista, encontraron su primer trabajo después de cumplir 20 años.
Café Joyeux, una iniciativa francesa traída a Portugal con el apoyo de la asociación VilaComVida, ofrece un modelo de formación e integración de personas con discapacidad. El café tiene como objetivo crear una sociedad más inclusiva abriendo sus puertas a personas de todos los orígenes.
Actualmente hay cuatro establecimientos de Café Joyeux en la Gran Lisboa, que emplean a 29 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. A lo largo de dos años, el personal desarrolla habilidades como baristas, camareros, cajeros y ayudantes de cocina.
Disfruto haciendo café, hablando con los clientes, hablando francés e inglés, ayudando a mis compañeros y limpiando», dijo a Euronews Teresa, una de las empleadas de Café Joyeux.
Una vez completada su formación, los empleados tienen la opción de asumir nuevos roles o permanecer con contratos permanentes. El objetivo no es sólo enseñarles habilidades prácticas, sino también ofrecerles mejores perspectivas para el futuro.
José, que lleva tres años trabajando en esta cadena de cafeterías inclusivas, está entusiasmado con la idea de pasar a un nuevo trabajo en catering. «Dicen que estoy listo para mudarme a otra tienda. También he recibido ofertas de otros lugares», dijo.
Uno de cada cinco en la UE está desempleado
Desde 1992, el 3 de diciembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Sin embargo, uno de los mayores desafíos que siguen enfrentando las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo es la integración al mercado laboral. Sigue siendo un problema a pesar de iniciativas como Café Joyeux y sistemas de cuotas implementados en 133 países.
En la Unión Europea, al menos 100 millones de personas mayores de 16 años viven con algún tipo de discapacidad y una de cada cinco está desempleada.
En Portugal, casi 6 de cada 10 personas con discapacidad están desempleadas y más del 62 por ciento llevan más de un año sin trabajo.