Por Lee Minji
SEÚL, 29 de agosto (Yonhap) — Corea del Sur y Estados Unidos concluyeron el jueves un importante ejercicio militar combinado después de 11 días de duración, mientras los aliados buscaban reforzar su preparación de defensa conjunta ante las crecientes amenazas militares norcoreanas.
El ejercicio anual Ulchi Freedom Shield (UFS), que comenzó el 19 de agosto, se produjo en medio de persistentes preocupaciones por el desarrollo de armas de Pyongyang y el aumento de las tensiones intercoreanas empeoradas por la reciente campaña de globos de basura del Norte.
Basado en un escenario de guerra total, el principal ejercicio de puesto de mando basado en simulación por computadora involucró a alrededor de 19.000 soldados surcoreanos, según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
Las tropas surcoreanas participaron en 48 eventos de entrenamiento de campo simultáneos, como desembarcos anfibios y simulacros de fuego real, en comparación con los 38 eventos de campo realizados el año pasado.
En particular, el ejercicio de este año, que incluyó el ejercicio de defensa civil Ulchi dirigido por el gobierno, implicó por primera vez un escenario que simulaba un ataque nuclear norcoreano. El ejercicio militar conjunto no incorporó tal escenario.
El Ministerio de Defensa también celebró su primera reunión con agencias relevantes sobre las respuestas a la desinformación en tiempos de guerra en medio de crecientes preocupaciones sobre la amenaza de la guerra híbrida.
«Corea del Sur y Estados Unidos evaluaron que su capacidad y postura para responder de manera abrumadora a cualquier amenaza norcoreana se reforzaron a través del ejercicio UFS y los eventos combinados de entrenamiento de campo», dijo el JCS, prometiendo mantener una firme postura de defensa combinada a través de una estrecha cooperación.
Corea del Norte, que ha utilizado los ejercicios conjuntos de sus aliados como pretexto para provocar, ha condenado el ejercicio UFS como «el ejercicio de guerra más ofensivo y provocador para la agresión», pero no ha llevado a cabo provocaciones importantes, como lanzamientos de misiles balísticos, durante los ejercicios de este año.
En cambio, el líder norcoreano Kim Jong-un supervisó una prueba para drones suicidas el sábado, pidiendo el desarrollo y la producción de tales armas para mejorar la preparación para la guerra.
El martes, Kim también asistió a la lanzamiento de prueba de un lanzacohetes múltiple de 240 mm, con un nuevo sistema de guía, que podría poner a Seúl y sus áreas adyacentes dentro del alcance del objetivo.
Corea del Sur y Estados Unidos describen sus ejercicios como de naturaleza defensiva.
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