Se necesita cooperación tripartita en materia de seguridad
Con el Año Nuevo acercándose rápidamente, la situación de seguridad en la península de Corea y sus alrededores se vuelve más tensa después de que Corea del Norte disparó dos misiles balísticos de alcance medio (MRBM) al Mar del Este el domingo. Corea del Norte tomó la acción un mes después de disparar un misil balístico intercontinental avanzado el 18 de noviembre. El país disparó 64 misiles en 36 ocasiones solo este año. El jueves pasado, incluso probó un motor basado en combustible sólido más potente para misiles balísticos intercontinentales. Dado que los cohetes de propulsante sólido pueden acortar el tiempo necesario para lanzar misiles balísticos intercontinentales, podrían sacudir los cimientos de la alianza entre Corea y Estados Unidos.
Mientras tanto, Japón hizo público un documento de seguridad sobre las Fuerzas de Autodefensa que tienen la capacidad de contraatacar las bases enemigas duplicando el presupuesto de defensa dentro de cinco años a partir de ahora. Japón busca contraatacar el origen mismo de los ataques con misiles enemigos cuando el país es atacado desde el exterior. Para lograr el objetivo, Tokio planea comprar 500 misiles Tomahawk estadounidenses con un alcance de tiro de 1.250 kilómetros (777 millas). Si Japón aumenta el presupuesto de defensa hasta el dos por ciento de su PIB, su gasto en defensa será el tercero más grande del mundo, después de EE. UU. y China.
Detrás de los notables refuerzos militares de Japón hay interminables provocaciones con misiles por parte de Corea del Norte y políticas de seguridad cada vez más ofensivas de China y Rusia. Los medios de comunicación extranjeros a menudo plantean la posibilidad de que China invada la isla Yonaguni, la isla más occidental de Japón, a solo 111 kilómetros al este de Taiwán, en caso de que China invada Taiwán. La isla habitada sirve como base de primera línea para el apoyo logístico de Taiwán en caso de emergencia.
Estos acontecimientos alarmantes en la península de Corea aumentan rápidamente los riesgos de seguridad en el noreste de Asia. En particular, Corea del Norte, China y Rusia están aumentando su cooperación militar. Aviones militares chinos y rusos realizan simulacros conjuntos alrededor de la península casi con regularidad. Su infiltración en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Corea (Kadiz) tiene lugar con más frecuencia que antes. China y Rusia también vetan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que denuncian los lanzamientos ininterrumpidos de misiles por parte de Corea del Norte.
Tales desarrollos plantean serios desafíos para Corea del Sur. Si Japón acelera una acumulación militar, Corea del Sur está rodeada por los tres más gastadores militares y un vecino armado con misiles nucleares. Si una crisis golpea el Estrecho de Taiwán, el Mar de China Meridional, la principal ruta marítima para el comercio internacional, se bloqueará, lo que dañará gravemente nuestra economía.
Si Corea del Norte lleva a cabo su séptima prueba nuclear el próximo año, pondrá en peligro aún más nuestra seguridad. El gobierno debe idear contramedidas efectivas para hacer frente al empeoramiento del entorno de seguridad.
(FINAL)