La incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk permitió a las tropas ucranianas tomar al menos temporalmente la iniciativa en el campo de batalla en una sección del frente y desafiar la iniciativa rusa en todo el teatro de operaciones.
Así lo afirma el Instituto para el Estudio de la Guerra, según informa Ukrinform.ISW) grupo de expertos.
Según los analistas, Rusia ha mantenido la iniciativa en el frente desde noviembre de 2023, determinando la ubicación, el momento, la escala y los requisitos de los combates en Ucrania y obligando a Ucrania a gastar material y personal en operaciones defensivas reactivas. Sin embargo, la operación ucraniana en la región de Kursk obligó al Kremlin y al mando militar ruso a reaccionar y redistribuir fuerzas y medios en el sector donde las tropas ucranianas han lanzado ataques. Sin embargo, las fuerzas rusas no estaban llevando a cabo operaciones activas en la región de Kursk, señala ISW.
«Rusia ha estado aprovechando su posesión de la iniciativa en todo el teatro de operaciones para presionar a Ucrania e intentar impedir que las fuerzas ucranianas acumulen personal y material para futuras operaciones de contraofensiva, mientras determina un ritmo de combate que permita a las fuerzas rusas sostener operaciones ofensivas constantes», señala el informe.
Como señala ISW, Putin y el comando militar ruso probablemente evaluaron incorrectamente que Ucrania carecía de la capacidad para disputar la iniciativa, y la capacidad de Ucrania para lograr una sorpresa operacional y disputar la iniciativa en todo el teatro de operaciones está desafiando los supuestos operativos y estratégicos que sustentan los actuales esfuerzos ofensivos rusos en Ucrania.
En general, la incursión ucraniana en la región de Kursk y la probabilidad de otras incursiones transfronterizas similares obligan al Kremlin a decidir si considera la frontera con el noreste de Ucrania como un frente activo que necesita ser defendido en lugar de como una parte inactiva del frente, como lo han tratado desde el otoño de 2022.
«Sin embargo, la actual incursión ucraniana plantea amenazas significativas a las operaciones militares rusas en Ucrania y a la estabilidad del régimen de Putin y exige una respuesta. La operación ucraniana en la región de Kursk probablemente ampliará la consideración del Kremlin sobre qué tipo de operaciones ucranianas son posibles a lo largo de la frontera. El tratamiento prolongado por parte de Rusia de la zona fronteriza internacional como una línea de frente inactiva es un fracaso estratégico de imaginación», considera el grupo de expertos.
Los analistas añaden que Rusia ha gastado importantes recursos en la construcción de fortificaciones a lo largo de la frontera internacional, pero no ha asignado recursos humanos ni equipos para dotar de personal y defender adecuadamente estas fortificaciones.
Como informó anteriormente Ukrinform, el 6 de agosto los canales rusos de Telegram informaron sobre combates en curso cerca de la frontera en la región de Kursk, y agregaron que supuestamente el ejército ucraniano había cruzado.
El ejército ucraniano no ha emitido ninguna declaración oficial sobre este asunto.
La administración estadounidense dijo que está en contacto con la parte ucraniana respecto a los acontecimientos en la región de Kursk para comprender los objetivos y la estrategia de la operación.
China reaccionó a la situación en la región de Kursk y pidió a todas las partes que reduzcan la escalada.
Fotografía de fuentes abiertas