La intensidad de I+D del año pasado –definida como la relación entre gasto y PIB y un indicador de la fortaleza de un país en ciencia y tecnología, capacidad de innovación y competitividad– se mantuvo en un constante 2,68 por ciento.
En los últimos años, China ha encabezado innovaciones más originales e investigaciones innovadoras para impulsar su autosuficiencia tecnológica, impulsar el crecimiento futuro y ganar una base más sólida en su rivalidad con Estados Unidos.
En 2021, China experimentó un considerable aumento del 14,6 por ciento en los gastos en I+D con respecto al año anterior, mientras que los vientos económicos en contra posteriores a la pandemia hicieron que los aumentos disminuyeran al 10,1 por ciento y al 8,4 por ciento durante los dos años siguientes, respectivamente.
Por el contrario, el crecimiento de la intensidad de la inversión en I+D de China se mantuvo bastante estable, pasando del 2,38 por ciento en 2021 al 2,49 por ciento en 2022 y al 2,58 por ciento en 2023.
Según la Junta Nacional de Ciencias de EE. UU., la intensidad de la inversión en I+D en Estados Unidos ha estado por encima del 3 por ciento cada año desde 2019, alcanzando un máximo del 3,4 por ciento en 2022. Otros datos indican que se mantiene en el primer puesto en I+D. gastos.